La imagen ecográfica nos muestra una lesión hiperecogénica con sombra acústica asociada. Se trata por tanto de litiasis renales.
DISCUSIÓN
El caso expuesto anteriormente podría encuadrarse en dos categorías (musculoesquelético y abdominal) pues pasamos de buscar patología osteoarticular en un primer momento a tener que realizar un diagnóstico diferencial del hallazgo litiásico encontrado.
Para el diagnóstico de Espondilitis Anquilosante según los Criterios de Nueva York modificados (1984) se requieren hallazgos radiológicos de patología sacroiliaca como sacroilitis de grado II bilateral o de grado III/IV unilateral. Para evidenciar esto, la radiografía simple es el método más sencillo, aunque bien es cierto que las últimas recomendaciones se inclinan más a favor de la RM pues detecta la patología en fases más iniciales, cuando no es aun evidente en la placa. Sin embargo, en nuestra paciente los síntomas tienen años de evolución, por lo que en este caso, la realización de la radiografía de pelvis es la opción más correcta.
Una vez tenemos el hallazgo de las calcificaciones en hipocondrio derecho, la ecografía nos aporta una valiosa información para determinar la localización de estas. El volumen renal, la presencia de malformaciones anatómicas, la valoración de médula, corteza y la valoración de lesiones focales y litiasis son datos de fácil visualización con esta técnica.Con todos estos datos que nos aporta la imagen ecográfica, podemos localizar el órgano afectado y establecer el diagnóstico diferencial con cierta facilidad.
En este caso, las calcificaciones se localizaban en un divertículo calicial, que es una patología de origen congénito principalmente que puede contener calcificaciones en su interior hasta en la mitad de los casos. Cursan generalmente de forma asintomática y solo se toma una actitud terapéutica cuando producen sintomatología.