Se realiza un angio-TC para ver la circulación vertebro-basilar objetivándose un pequeño aneurisma en la unión vertebro-PICA izquierda. La angio-TC tiene gran capacidad diagnóstica en los aneurismas del polígono de Willis. Las principales ventajas de la angio-TC son:
1) Mínima invasividad, dado que sólo se requiere la administración de contraste endovenoso.
2) Es un método rápido (la totalidad del procedimiento dura menos de 15 minutos).
3) No requiere maniobras instrumentales intraarteriales.
4) Puede utilizarse en pacientes con HSA en estadio agudo y en pacientes inestables, pudiendo realizarse en el mismo equipo la angio-TC cuando la TC simple ha mostrado una HSA.
DIAGNÓSTICO FINAL
Todos los datos obtenidos nos permiten determinar el diagnóstico de hemorragia subaracnoidea aneurismática por rotura de un aneurisma de PICA izquierda.
Discusión:
La hemorragia intraventricular (HIV) no traumática puede ser de origen primario cuando el hematoma está confinado a los ventrículos o secundaria a hemorragias subaracnoidea o intraparenquimatosas con invasión ventricular. Clínicamente, se presenta con cefalea de inicio súbito, rigidez de nuca, vómitos y letargia. En este caso, los hallazgos radiológicos orientan hacia una HSA en fosa posterior con un hemoventrículo asociado.
Aunque la RM tiene mayor sensibilidad para el diagnóstico de sangrado, es la TC la prueba de elección debido a su mayor disponibilidad, donde se observa la característica imagen de hiperdensidad que corresponde a la sangre extravasada. Además, el TC ayuda a distinguir la ruptura aneurismática espontánea del sangrado tras traumatismo.
El 85% de las hemorragias espontáneas en el espacio subaracnoideo son debidas a la ruptura de un aneurisma. Para la búsqueda de los aneurismas se dispone de los siguientes métodos diagnósticos:
Angiografía: Constituye el gold estándar para la búsqueda de aneurismas, sin embargo es un procedimiento que consume tiempo y no está exento de complicaciones, pudiendo incluso ocurrir la re-ruptura del aneurisma.
Angio-RM: También es útil para valorar la existencia de un aneurisma causante de HSA, pero, aunque a favor tiene que es una prueba no invasiva, dada la menor disponibilidad y la situación crítica de los pacientes, se utiliza menos que la angio-TC.
Angio-TC: Aunque implica radiación para el paciente y requiere administración de contraste iodado intravenoso (no requiere cateterización arterial), el hecho de que posea gran disponibilidad y sea una técnica rápida y fácil de llevar a cabo, hace que se use como prueba de primera línea.