Diagnóstico: aneurisma disecarte de la arteria carótida interna derecha.
Discusión:
Acude a consulta una mujer de 39 años con hemiparesia de la pierna izquierda, refiere debilidad muscular en ésta.
La primera prueba que realizaríamos ante esta situación sería un TAC. Con respecto a la RMN, la descartamos como primera opción, ya que el TAC es una prueba más rápida y económica que nos puede dar un diagnóstico igualmente válido. En cuanto al angio-TAC, se trataría de una prueba con contraste, es decir, más invasiva y compleja, por lo que optamos como primera opción por lo más sencillo, que es el TAC. La ecografía se utiliza en neonatos para el estudio neurológico, sin embargo en nuestro caso no estaría indicada, por lo que la descartamos como opción.
A continuación, continuamos con el estudio, y para ello recurriremos a la angiografía con RMN. Vemos con la RMN una región en la certeza motora que es hiperintensa, y que probablemente se viera hipodensa en el TAC que realizamos primero. Por ello, en la prueba anterior la lesión pasa desapercibida al estar ésta en la zona cortical que se ve gris/hipodensa en el TAC debido a la hipoperfusión que nos sugiere la RMN después, poniendo de manifiesto un posible evento isquémico. La angiografía además, muestra como la carótida derecha tiene un volumen reducido con respecto a la izquierda (aparentemente de flujo normal), por lo que nos inclinamos a pensar que la lesión esté posiblemente en la arteria del lado derecho.
La disección espontánea de la arteria carótida extracraneana es una patología poco frecuente pero debe considerarse siempre en el diagnóstico diferencial de personas menores de 50 años que debutan con un déficit neurológico hemisférico focal. Para un diagnóstico preciso y un tratamiento posterior adecuado a éste, es fundamental que hallemos el punto de oclusión vascular, así como la presencia o no de disección de la arteria. Para ello, vamos a recurrir al TAC con angiografía, ya que es el estudio utilizado para la caracterización de la anatomía vascular y la detección de las enfermedades vasculares. Permite estudiar el estado y permeabilidad de las arterias carótidas primitivas, internas y externas y vertebrales en su recorrido cervical, pero también de las arterias intracraneales.
Al hacer la reconstrucción del trayecto carotídeo interno con un plano sagital, apreciamos cómo la luz de la arteria se estrecha, posiblemente debido a la entrada de sangre entre las capas de la pared arterial, lo que nos lleva a confirmar la existencia de disección carotídea. Ésta puede aparecer de forma espontánea en pacientes adultos jóvenes, lo que encaja con el perfil nuestra paciente. También puede ser una disección secundaria a un traumatismo cervical o alteraciones en la pared arterial debidas a alguna enfermedad de base como la enfermedad de Marfan. Al no ser éste el caso, ya que la mujer no presenta ninguna de estas condiciones, pensaremos que ha aparecido de forma espontánea.
Finalmente, hemos llegado a la conclusión de la presencia de una disección de la arteria carótida interna derecha, que se continúa con un aneurisma disecante de la misma (región dilatada que vemos en el plano sagital del angio-TAC).