La respuesta correcta es que se trata de quistes que al ser redondeados, bien delimitados y de densidad anecoica son compatibles con lesiones benignas (BI-RADS 2), pero la presencia de algo más que líquido en uno de ellos hace que éste sea un quiste complicado y requiera un mayor estudio.
DIAGNÓSTICO FINAL:
El diagnóstico definitivo de nuestra paciente es de quistes simples (BI-RADS 2), aunque entre ellos se encuentra uno complicado. Los quistes pueden clasificarse en simple, complicados o complejos, según las características que observemos en la ecografía.
Los quistes simples pueden observarse en una mamografía como nódulos uni o bilaterales, densos y bien delimitados. Pueden presentar calcificaciones características de su pared o en leche en cal, en cuyo caso la imagen es patognomónica y no precisa de más estudios. Si no es así, no podemos diferenciarlos de otras lesiones densas, incluidos tumores malignos, por lo que está indicada la realización de ecografía. La imagen ecográfica será la de un nódulo anecoico, bien delimitado, pared fina ecogénica y refuerzo acústico posterior salvo cuando son muy profundos o pequeños (<5 mm). Pueden presentar ecos internos móviles otabiques finos que representan variantes normales.
Los quistes complicados tendrán el mismo aspecto que los simples en la mamografía, pero podremos distinguir ecos finos o focos hiperecogénicos en su interior durante la ecografía que pueden formar nivel debrís-líquido.
Hablamos de quiste complejo ante la presencia en su interior de septos gruesos (>0.5mm), pared engrosada de forma focal o difusa, o existencia de nódulo parietal. En estos casos está indicada la biopsia. El diagnóstico diferencial más importante que se plantea es papiloma vs carcinoma papilar intraquístico.
El diagnóstico diferencial de un quiste complicado o complejo incluye: abscesos, hematomas, necrosis grasas, galactoceles, patologías como la ectasia ductal, quistes oleosos y malignidad (el carcinoma papilar puede presentarse como un quiste complejo con un nódulo mural en la ecografía).
Para poder descartar que se trata de un nódulo maligno, debemos saber cuáles son los hallazgos ecográficos que sugieren benignidad al encontrar un nódulo sólido: forma ovalada o elipsoide, bilobulación o trilobulación lisa, hiperecogenicidad homogénea, y la existencia de una pseudocápsula delgada ecogénica.
Por otro lado, los hallazgos ecográficos que sugieren sospecha son: márgenes irregulares, mal definidos o espiculados, microlobulación, sombra acústica, hipoecogenicidad marcada, extensión ductal, ramificación, halo hiperecoico grueso, orientación vertical.
Su probabilidad de cáncer de haber tenido sólo quistes simples sería similar a la de la población general y, por tanto, la recomendación habría sido de realizar controles rutinarios (mamografía cada 1-2 años). Sin embargo, la presencia de un quiste complicado hace necesario realizar aspiración y biopsia para determinar si se trata de una anomalía benigna (BI-RADS 2) o probablemente benigna (BI-RADS 3). En el caso de que se demostrase lo segundo, deberíamos realizar controles periódicos cada seis meses.