Podemos observar un nódulo que realza en la mama derecha tras la administración de contraste. El contraste tras circular por el torrente sanguíneo se distribuye por el espacio extracelular, aumentando la intensidad de señal de las lesiones, los vasos y el tejido extracelular de la vecindad de las lesiones. Tanto la grasa como las lesiones hipercaptantes aumentan su intensidad de señal de forma similar por lo que resulta fundamental anular la señal de la grasa para una adecuada interpretación del estudio. Las lesiones tumorales realzan por lo que nos confirma nuestra sospecha diagnóstica.
Tras biopsia, diagnóstico final: carcinoma ductal infiltrante de mama.
Discusión:
El carcinoma ductal invasivo o infiltrante es el tipo más común de cáncer de seno, constituye del 65 al 80% de todos los tumores mamarios. Éste comienza en las células que revisten el conducto lácteo del seno, luego penetra a través de la pared del conducto y crece en el tejido adiposo circundante de la mama. En este punto puede tener la capacidad de propagarse (hacer metástasis) hacia otras partes del cuerpo a través del sistema linfático y el torrente sanguíneo.
La presentación clínica poco difiere de los demás carcinomas y es más frecuente entre los 45 y los 50 años.
Por ser el carcinoma mamario una entidad extremadamente heterogénea desde el punto de vista clínico y patológico, es muy difícil predecir su comportamiento y la sobrevida debido a la amplia variedad de grados histológicos y la diferencia en respuesta de cada paciente. Es por esto, que la detección precoz del cáncer de mama representa un reto importante para todos los profesionales implicados.
La mamografía es la técnica de elección para el cribado del cáncer de mama pues es la única que ha demostrado eficacia para la detección precoz. Detecta nódulos de hasta 3 mm de diámetro y microcalcificaciones desde 0,2 mm. Sin embargo, ésta es poco útil en mamas fibrosas y de mujeres jóvenes donde la ecografía tiene mayor utilidad además de ser considerada una técnica imprescindible complementaria a la anterior con la gran ventaja de no irradiar al paciente.
Por otro lado, la Resonancia Magnética de mama ha irrumpido con fuerza en el diagnóstico por imagen de la patología mamaria. Es la técnica más sensible en la detección del cáncer de mama invasivo y diagnostica multicentricidad, multifocalidad y bilateralidad con tasas de detección superiores a las de las técnicas tradicionales. Está indicada como sustituta de la mamografía en la valoración de los implantes mamarios, cribado de pacientes de alto riesgo, detección de tumor de mama en casos de adenopatías metastásicas axilares y seguimiento de tumores sometidos a quimioterapia neoadyuvante.
Continuamente están apareciendo nuevas técnicas de imagen para el cáncer de mama pero la mayoría de ellas no se demuestran finalmente útiles y son descartadas. Actualmente se encuentran en periodo de evaluación algunas como la Tomosíntesis (imagen en 3D), Elastografía, Resonancia con Perfusión, Difusión, Espectroscopia, equipos híbridos, entre otras.
En conclusión, cualquiera de estas técnicas de imagen debe ser utilizada con criterio racional ya que ninguna de ellas es perfecta para el diagnóstico del carcinoma mamario pero sí imprescindibles tanto para la detección, como para el estadiaje y pronóstico de la enfermedad además de para la comprobación de la efectividad de los tratamientos aplicados.