Para el estudio radiológico de la mama disponemos de dos pruebas de elección según la edad de la paciente. El límite se sitúa en torno a los 30-35 años. Por encima de esta edad se realiza una mamografía de ambas mamas, tanto para programas de screening como para diagnosticar cualquier anomalía. Por debajo de esta edad se considera como primera prueba a realizar la ecografía, ya que el parénquima mamario tiene mayor densidad y la mamografía no aportaría información relevante, además de que se evita la irradiación. En nuestro caso, al tener nuestra paciente 48 años, consideramos como prueba de elección una mamografía de ambas mamas.