Se trata de un carcinoma ductal de mama, pues al realizar la ecografía mamaria en la zona de las microcalcificaciones, se aprecian nódulos hipoecoicos y de bordes mal definidos, algo típico del carcinoma de mama. También sabemos que es infiltrante porque los ganglios linfáticos regionales (axilares) están afectados, ya que podemos ver un gran margen hipoecoico y un centro hiperecoico muy reducido. Todo esto se comprueba haciendo una PAAF para ver si hay células no linfoides en los ganglios, y una BAG para ver de qué tipo es el carcinoma. Ambas se hacen guiadas por ecografía y nos confirmarán que se trata de un carcinoma ductal infiltrante de mama.
Discusión
El Carcinoma Ductal Infiltrante de mama es el más frecuentemente diagnosticado (80%). La mamografía es una de las pruebas más útiles para diagnosticar el cáncer de mama, así como para hacer el screening poblacional que permite una detección precoz del cáncer. Tiene una sensibilidad muy alta (90-95%), y es la prueba de elección para el screening en mujeres mayores de 30 años, mientras que en las mujeres más jóvenes se utiliza la ecografía, y sólo si en ésta hay hallazgos sospechosos se hace la mamografía.
En esta mamografía vemos microcalcificaciones pleomórficas (asociadas a cáncer en un 50-90%). Por ello, lo mejor es hacer una ecografía de la zona de la lesión, para poder así saber su naturaleza. También observamos una axila con ganglios sospechosos, que habrá que ver con ecografía.
En la ecografía de mama podemos observar nódulos hipoecoicos y mal definidos, lo que nos hace descartar que sean quistes. Por otra parte, en la ecografía axilar, vemos que el hilio hiperecoico de los ganglios está muy reducido, y la cortical hipoecoica ocupa casi todo el ganglio. Podríamos usar también la eco-doppler, que permite medir el grado de vascularización de las lesiones, ya que los tumores muy vascularizados son los que tienen más riesgo de ser malignos mientras que tumores poco vascularizados son más sospechosos de benignidad. Posteriormente habrá que hacer una BAAG de los nódulos y una PAAF de los ganglios afectados, ambas guiadas por ecografía.
La RM se hace más para ver la funcionalidad que la morfología, usando contrastes como el gadolinio para distinguir entre lesiones benignas y malignas.