Diagnóstico final: Neumonia cavitada
El diagnóstico final es el de neumonía cavitada aunque se barajaban otras opciones como neoplasia cavitada, embolismo séptico o nódulo cavitado en el contexto de una vasculitis.
Se descartó tuberculosis mediante pruebas analíticas y cultivo de esputo y se instauró tratamiento antibiótico.
A los 20 días se realiza una radiografía de control en la que se objetiva mejoría radiológica de la lesión cavitada, con resolución prácticamente completa de la misma, confirmándose el diagnóstico de neumonía cavitada.