Dado que las imágenes obtenidas en la radiografía de tórax no eran suficientes para realizar un diagnóstico de sospecha, necesitábamos una prueba complementaria para llegar a ese diagnóstico. Y para ello elegimos la TC de tórax, con contraste intravenoso. La TC es una técnica radiológica que detecta más nódulos pulmonares y nódulos de menor tamaño que la radiografía simple de tórax, hecho demostrado en estudios de cribado de cáncer de pulmón y corroborado en la práctica clínica diaria. Al usar contraste intravenoso, además de información «anatómica» también nos aporta información fisiológica (vascularización) del nódulo pulmonar. Se conoce que el patrón de vascularización de un nódulo maligno difiere del patrón encontrado en un nódulo benigno. Por este motivo, las diferencias de densidad observadas durante las distintas fases de un estudio seriado en una misma localización antes y después de la administración de contraste intravenoso pueden ser útiles para caracterizar los nódulos pulmonares.