La ecografía es la técnica de imagen de elección para la valoración inicial de la vesícula y de la vía biliar, debido a su alta sensibilidad y precisión a la hora de detectar litiasis y dilatación de la vía además de signos inflamatorios propios de una inflamación aguda de la vesícula biliar. Es controvertido si se debe realizar una Radiografía de abdomen antes que la ecografía, ya que es más accesible, pero someter a radiación a cada paciente en cada dolor abdomial, pudiendo obtener mayor rentabilidad diagnóstica (y evitar radiación) hace de la eco la primera opción.