La ecografía es una técnica muy útil para el diagnóstico de una apendicitis, así como para descartar otras enfermedades. En el caso de la apendicitis, con la ecografía podemos ver el apéndice inflamado, que se traduce en un aumento de su diámetro, o en una disminución del espesor de sus capas; también se podría ver líquido libre intraperitoneal.
Además, en el caso de paciente mujer, se puede descartar patología ovárica (quiste, torsión…).
Una desventaja de la ecografía es que muchas veces en pacientes gruesos la grasa dificulta mucho la visión, siendo mucho más sensible en pacientes delgados.
En este caso, la ecografía no mostró ninguna alteración debido a que el paciente era obeso, y la grasa no permitía una buena visualización