Diagnóstico final: angioma venoso frontal izquierdo
podemos ver claramente por el patrón típico de “cabeza de medusa”, y aunque podríamos confundirnos con las telangiectasas capilares que aparecen con una imagen “en cepillo” no mostrarían el tronco venoso en el que confluyen las vénulas.
Discusión radiológica:
El angioma venoso, también llamado anomalía del desarrollo venoso, es una variante anatómica del drenaje venoso del cerebro que no supone ninguna alteración de la funcionalidad (frecuencia del 63%). Se trata de canales venosos anormalmente dilatados que se disponen de forma radial y drenan en un tronco venoso central. La imagen típica es la de “cabeza de medusa” o “palmera”. En general, son asintomáticos y como única consecuencias podemos decir que van a suponer un riesgo mayor en caso de trombosis.
Ante una anomalía del desarrollo venoso (ADV) los métodos de estudio más recomendables son TC con contraste, donde veremos la imagen hiperdensa, y la resonancia magnética, de entre esta última destaca la secuencia en T1 potenciada con contraste de gadolinio para ver el realce hiperintenso del vaso y sus pequeñas vénulas. En la angiografía, aunque raramente está indicada hoy en día, podemos ver una fase arterial normal o con discreta captación en fase capilar tardía y la aparición en la fase venosa de la típica cabeza de medusa que converge en una vena medular.
Por el contrario, en una malformación arteriovenosa la prueba más indicada para el diagnóstico y seguimiento sí sería la angiografía cerebral. Además estas malformaciones arteriovenosas las podemos identificar en una TC con contraste por las estructuras serpinginosas hiperdensas que proyectan, que de no ser realiza la técnica con contraste fácilmente podrían pasar desapercibidas debido a la similar atenuación con el parénquima cerebral y la ausencia de efecto masa.