La Tomografía computarizada es un procedimiento no invasivo que permite detectar alteraciones no visibles en la radiografía de tórax y aportar información sobre la afectación del parénquima pulmonar, de ganglios o de la existencia de derrames pleurales o pericárdicos. Como señala la guía clínica, tras la sospecha clínica de cáncer de pulmón se debe realizar una radiografía de tórax (posteroanterior y lateral), en caso de hallazgos radiológicos sugestivos de malignidad se solicita estudio complementario con TC que aporte más información en cuanto al tamaño, forma, densidad y crecimiento de la alteración. La presencia de signos radiológicos como el ensanchamiento hiliar, derrame pleural o atelectasia son sugestivos de lesión maligna, por lo que se recomienda revisar los estudios radiológicos previos y realizar una TC de tórax. Las indicaciones más comunes para TC de tórax son: a) Después de una lesión de tórax; b) En caso de sospecha de un tumor o masa (como en este caso); c) Para localizar un sangrado o acumulación de líquido en los pulmones u otras áreas; d) Para buscar infecciones o inflamación en el tórax.
A continuación se describe lo que se observa en la TC: masa parahiliar derecha que amputa el bronquio para el lóbulo medio, que podría corresponder a un neoplasia primaria de pulmón. Cuando en la TC de tórax aparecen lesiones de características malignas estaría indicado una fibrobroncoscopia o una PAAF transtorácica dependiendo de las característica de la masa y de su localización. Al paciente le fue realizado un estudio de broncoscopia con biopsis que concluyó tratarse de un cáncer de pulmón epidermoide.
Una vez diagnosticado, el paciente consulta por importante sensación de inestabilidad, cefalea de dos semanas de evolución y cuadro vertiginoso.
Haz click
en las imágenes para verlas ampliadas
Dado su diagnostico de cáncer de pulmón, ¿qué prueba complementaria se debe realizar?