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Caso 01

     
 

Autor:

 

Marcos Sánchez Bueno

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: APENDICITIS RETROCECAL

Comentario

Se le realizaría una ecografía, ya que es la prueba de elección generalmente en pacientes que consultan por abdominalgia. Además, es rápida, sensible y económica, y tiene la ventaja (respecto a las otras pruebas) de no irradiar al paciente.

El parénquima hepático es normal, y en él se observan algunos vasos portales que no deben confundirse con lesiones. Bajo la superficie inferior del hígado, se aprecia una discreta lengua de material anecoico, que corresponde a líquido libre anormal en el peritoneo. En la fosa ilíaca derecha, no se aprecia ningún dato patológico.

Si hay dudas acerca de la causa de la sintomatología del paciente tras haberle realizado la ecografía, realizaríamos un TC abdominal, ya que este nos permite detectar signos de inflamación, infección o lesión en hígado, bazo, riñones, glándulas suprarrenales, estómago, páncreas, intestino o vejiga. También nos sirve para explorar los vasos y ganglios abdominales, así como para detectar gas o calcificaciones pequeñas.

Como se puede observar en TC aparece una imagen redonda con estructura en capas posterior al ciego y al colon ascendente, alrededor de la cual la grasa está aumentada de densidad en tractos (“stranding”), lo que le confiere una apariencia heterogénea.

Una apendicitis es una inflamación del apéndice vermiano. La imagen anular corresponde a un apéndice vermiano engrosado. En este caso, como el apéndice se sitúa posterior al ciego y al colon ascendente (variante anatómica), se tratará de una apendicitis retrocecal. Esta peculiar localización del apéndice impide que se observe a este en la ecografía abdominal, ya que el ciego y colon ascendente quedan por delante, y como hay aire en ellos, se originan sombras (artefactos en la ecografía) que impiden visualizarlo bien. Por eso, en estos casos, cobra vital importancia la realización de un TC abdominal, en el que se puede observar un engrosamiento del apéndice, con tejido inflamatorio alrededor, aunque la técnica diagnóstica de primera elección para sospecha de apendicitis sigue siendo la ecografía.

No existe un algoritmo universalmente aceptado respecto al diagnóstico por imagen de la apendicitis aguda, si bien es cierto que esta es útil no solo para diagnosticarla, sino también para sugerir otros diagnósticos alternativos en ciertos casos. La ecografía debería de ser la prueba radiológica de elección en todas las edades, y particularmente en niños y en jóvenes obesos. Si los hallazgos de la ecografía se correlacionan con la clínica o son inequívocos, no se necesitará realizar ninguna otra prueba de imagen, pero si los hallazgos son equívocos o no presentan una correlación clínico-radiológica, sí se deberán realizar otras pruebas de imagen, tales como un TC (tomografía computarizada) o una RM (resonancia magnética). La radiografía prácticamente no tiene ningún papel en el diagnóstico de la apendicitis aguda hoy en día.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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