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Caso 11

     
 

Autor:

 

María Caridad Iniesta Cortés

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Estenosis benigna del colédoco y escleroditis

COMENTARIO

El TC abdominal está indicado en caso de sospecha de neoplasia o cuando la ecografía muestra un tumor como causa de la obstrucción biliar. Es tan sensible como la ecografía (1ª prueba a realizar siempre por su sensibilidad para detectar la dilatación de la vía biliar) para identificar obstrucción de la vía, pero es más sensible para identificar tumores, especialmente de páncreas.

La colangiopancreatografía RM es la mejor prueba para descartar coledocolitiasis, aunque también es muy útil para identificar causas no litiásicas de la ictericia (estenosis inflamatorias, posquirúrgicas y tumorales). La ecografía endoscópica es una prueba con la misma sensibilidad que la anterior, pero poco disponible por lo que su uso está restringido al diagnóstico de la extensión local de procesos neoplásicos periampulares y toma de biopsias.

La colangiopancreatografía por RM sirve para descartar coledocolitiasis y evitar colangiografías retrógradas innecesarias (por ser invasivas). Es muy útil para identificar causas no litiásicas también (estenosis inflamatorias, posquirúrgicas y tumorales), por lo que parece la prueba ideal en este momento en el que no se tiene clara la causa. La ecografía endoscópica, como hemos aclarado en la pregunta 1, es igual de sensible que la colangiopancreatografía RMN pero mucho menos disponible.

Clínicamente es muy difícil diferenciar la disfunción del EO de otras enfermedades biliopancreáticas. Los antecedentes clínicos son básicos para establecer la causa de una estenosis benigna, cuya presentación clínica varía de una colangitis recurrente a ictericia. Hay muchas causas pero las principales son la postquirúrgica (poscolecistomía es una de ellas) y la pancreatitis crónica.

Realmente, el diagnóstico de esta disfunción se realiza una vez se han descartado todas las posibilidades previas: colelitiasis, neoplasia, pancreatitis… Por lo que las pruebas radiológicas que se realicen lo que harán es orientarnos en todo aquello que podemos ir descartando .El diagnóstico de sospecha inicial era una neoplasia, la primera prueba que se realizó fue un TC abdominal, que es la prueba indicada como de primera elección para este tipo de sospecha.

Normalmente, a la hora de enfrentarnos en sí a la sospecha de la disfunción del esfínter y estenosis benigna del colédoco, lo mejor es comenzar con una prueba de una sensibilidad diagnóstica superior o igual a la de una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) pero que obviamente sea menos invasiva debido al sometimiento del paciente a una prueba de esas características cuando las posibles causas de la patología inicial pueden ser muy diversas por la dificultad de diferenciarlo de otras. Esta prueba podría ser una colangiopancreatografía RM (CPRM) o ultrasonografía endoscópica (USE). En el caso de que estas no se pudieran realizar, nos plantearíamos la realización de un TAC. Todas las técnicas de imagen demuestran dilatación de la vía biliar intrahepática, extrahepática o ambas. Lo importante es identificar los signos radiológicos de benignidad: estenosis simétricas, de longitud corta, con bordes lisos y regulares. La disfunción del esfínter de Oddi, también llamado ESCLERODITIS.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

J.L del Cura, S. Pedraza, A. Gayete. Radiología esencial. 1ª edición. Madrid: Panamericana; 2010

2.

Lee, Sagel, Stanley, Heiken. Body TC correlación RM. 3ª edición. Philadelphia; Marban; 1999

3.

L. Vida-Pérez. Disfunción del esfínter de Oddi y trastornos biliares funcionales. RAPD online. 2017; volumen 40 (5); 235

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