DIAGNÓSTICO FINALz
Hidronefrosis grado IV
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La ecografía permite la visualización de la morfología del sistema colector renal, y por tanto, el diagnóstico de hidronefrosis. Además, está indicado para los recién nacidos al ser una técnica inocua, ya que no emite ningún tipo de radiación.
Las estructuras que se observan en el estudio ecográfico no contienen ecos reflejados en su interior, ya que presentan una buena transmisión de las ondas de ultrasonido, al tratarse de estructuras líquidas. Son sugestivas de hidronefrosis ya que el contenido líquido está ocupando el sistema excretor del riñón.
Por tanto, se trata de una hidronefrosis ya que lasestructuras anecoicas dilatadas que se aprecian corresponden a la pelvis y cálices renales. Se aprecia, además, un discreto adelgazamiento cortical renal, hallazgos compatibles con hidronefrosis grado IV.
DISCUSIÓN
Inicialmente observamos que el riñón derecho se encuentra aumentado de tamaño con respecto al izquierdo de forma que mientras el riñón normal (derecho) mide 4’4 cm, el izquierdo mide 6’1 cm.
Centrándonos ahora en el riñón derecho (el patológico) podemos apreciar que la ecoestructura es normal, al igual que la diferenciación córtico-medular.
En su interior detectamos múltiples estructuras anecoicas, varias de ellas de tamaño uniforme, que corresponderían a los cálices renales, y que se comunican con otra estructura anecoica central de mayor tamaño, que es la pelvis renal. Estos hallazgos concuerdan con una severa dilatación pielocalicial, es decir, tanto de la pelvis (22 mm de eje AP) como de los cálices.
Se trata de una hidronefrosis de grado IV, según el sistema de graduación de la Sociedad de Urología Fetal, siendo el máximo grado de esta clasificación. Se clasifica en este grado fundamentalmente, además de por la muy importante dilatación de la pelvis y los cálices, por la afectación cortical, determinada por el adelgazamiento del parénquima renal.
Las zonas de adelgazamiento cortical se aprecian especialmente en el polo inferior, donde la corteza presenta un espesor de 2’4 mm aproximadamente. Así, el nivel de afectación cortical nos orienta sobre el tiempo de evolución del proceso, pudiendo deducir que la patología posee un tiempo de evolución considerable, existiendo una elevada probabilidad de que se haya visto afectada la función renal.
Respecto a los uréteres, no es posible su visualización debido al alto contenido de aire abdominal, lo que imposibilita el paso de los ultrasonidos más allá de esta interfase.
En cuanto al riñón izquierdo, no se detectan anormalidades en el sistema colector ni en las vías excretoras.
Finalmente, la vejiga también es normal. La pared es lisa y ecogénica, mientras que la luz es anecoica (por el contenido líquido, que se corresponde a la orina), dando lugar a un refuerzo posterior.