Cargando pagina por favor espere...

  Inicio   |   Contactar   |   Aviso legal  
     

Caso 62

     
 

Autor:

 

Alberto Marín Muñoz

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Invaginación intestinal por lipoma

Se trata de una invaginación entero-entérica con lipoma como cabeza de invaginación, debido a las características vistas en las imágenes, localizado en el íleon preterminal, a 16 cm de la válvula ileocecal y con segmento invaginado de 9 cm de longitud. En la mayoría de los casos en el adulto, hay una lesión que actúa como cabeza de invaginación. El lipoma puede ser una de ellas.

DISCUSIÓN

La intususcepción o invaginación intestinal es una patología relativamente frecuente en niños de 4 meses a 2 años, causando cerca del 85%-90% de los casos de obstrucción intestinal en este grupo de edad. En adultos es infrecuente y es responsable del 5% de las obstrucciones intestinales y del 5% del total de invaginaciones. Consiste en la introducción de un segmento de intestino dentro de sí mismo, intussusceptum el proximal que avanza dentro del distal intussuscipiens. La invaginación íleo-cólica es la más usual.

La etiología idiopática es infrecuente en el adulto y en la gran mayoría de casos se puede identificar una lesión que actúa como cabeza de invaginación. La naturaleza de esta cabeza de invaginación es variada. En el intestino delgado predominan los procesos benignos como los pólipos (hamartomas, lipomas, leiomiomas, adenomas, inflamatorios), divertículo de Meckel y adherencias. También son posibles los tumores malignos (principalmente metastáticos). Por el contrario, en el intestino grueso destacan los procesos malignos (sobre todo el adenocarcinoma)

El diagnóstico es ecográfico, con una imagen característica de Donut. Con Doppler color se puede valorar el flujo del intestino invaginado. La imagen ecográfica de la invaginación es inicialmente descrita por Weissberg et al 9 en 1977 como una masa en forma de “diana” o “seudoriñon” con hiperecogenicidad central y sonolucencia periférica que encuentran típica de esta entidad. Posteriormente, gracias a la evolución técnica de los equipos de ecografía, esta definición se ha mejorado y ampliado, actualmente está en condiciones de describirse la imagen característica de la invaginación intestinal como múltiples anillos concéntricos alternantes hipo e hiperecogénicos dispuestos alrededor de un centro hiperecogénico (cuando es vista en un corte transversal).

La TC también tiene un papel primordial en el diagnóstico, las imágenes que se obtienen en ella se superponen a los hallazgos ecográficos, aparecen como una masa con una gruesa banda periférica de densidad de partes blandas y un centro que contiene áreas de atenuación aumentada y disminuida, lo que representa el asa invaginada y la grasa mensentérica respectivamente, una imagen en “diana” con dilatación intestinal proximal y ausencia de contraste distal, y por último, la demostración de la cabeza invaginante como los lipomas por los valores de atenuación característicos de la grasa o por la demostración de una masa de tejidos blandos intraluminal delimitada por aire o contraste. Si bien la apariencia de la invaginación es característica en el TC, su causa no se puede establecer con certeza a excepción del lipoma, debido a la presencia en general de hemorragia o tejido edematoso.