Se observa una lesión quística, con menor densidad que las partes blandas musculares (hipodensa) y mayor densidad que la grasa. Presenta una densidad similar al LCR en el canal espinal, en relación a su contenido líquido.

Diagnóstico final: Linfangioma quístico supraclavicular izquierdo

Discusión radiológica

El linfangioma quístico es una patología rara, benigna, en la que se produce una dilatación de los vasos linfáticos. También podríamos describirlo como un hamartoma que puede o no ser congénito, ya que la mayoría están presentes al nacimiento o antes de los dos años.

La localización más frecuente es el tejido subcutáneo de la cabeza y el cuello. En el 95% de los casos son tumoraciones blandas en el triángulo cervical posterior, aunque se han descrito también en axila, cavidad abdominal, mediastino…

En general, las pruebas de imagen (tanto la TC como la RMN) nos permitirán delimitar la profundidad del quiste y la relación con las estructuras vecinas, de cara a la posterior disección quirúrgica, estudiando preferentemente el eje vascular cervical. No obstante, la primera prueba que realizaremos es la ecografía, que suele mostrar una lesión quística (líquida), fácilmente compresible, anecoica, y en ocasiones con contenido ecogénico (linfa).

En el TC lo que veríamos son lesiones hipodensas, sin evidencia de vasos sanguíneos con contraste intravenoso. Por su parte, la RMN no suele aportar información adicional (aunque otros autores la prefieren como prueba para confirmar el diagnóstico) y en ella los espacios quísticos aparecen hipointensos en T1 e hiperintensos en T2, como corresponde a al líquido.

En cuanto a la clínica, inicialmente son asintomáticos. El paciente sí que presentaba sintomatología dolorosa, probablemente por la progresión en tamaño, aunque el resto de características (fluctuante, blando) orientan a la benignidad. No obstante, son lesiones que progresan, que suelen recidivar o complicarse, por lo que se debe realizar una exéresis quirúrgica completa.