La biopsia será la prueba que nos permita obtener una descripción macroscópica y microscópica del tejido en cuestión. De esta forma podremos filiar su origen y valorar la posible malignidad de la lesión.
Diagnóstico final: Fractura-aplastamiento benigno (osteoporótico) de L1.
Discusión: tras la RM se solicitó una biopsia de la lesión en L1, para valorar su posible origen patológico. El resultado de la biopsia es negativo, no hay evidencia de malignidad, por lo que finalmente descartamos metástasis. Se trata realmente de tejido óseo con fibrosis de tipo reparativa y tejido hematopoyético.
A continuación desarrollaremos algunos aspectos relacionados con la afectación de la columna vertebral por tumores malignos. Es importante tener en cuenta que las metástasis óseas aparecen en huesos con médula ósea roja y el 80% ocurren en el esqueleto axial (columna vertebral, pelvis, cráneo, y costillas), debido a que es en estos huesos donde persiste la médula ósea a lo largo del envejecimiento. En la columna vertebral, las metástasis pueden dar lugar a fracturas por compresión. Las metástasis tienden a destruir el cuerpo vertebral, especialmente la parte anterior y los pedículos. Pueden ser productoras de hueso, es decir, osteoblásticas, o destructoras de hueso, osteolíticas. También las hay mixtas, en las que se producen al mismo tiempo los procesos osteolíticos y osteoblásticos.
En las radiografías convencionales, las metástasis osteoblásticas aparecen más densas que el hueso normal adyacente. Cuando son focales pueden aparecer en forma de regiones bien delimitadas de incremento de la densidad. Cuando son difusas pueden dar lugar a una esclerosis ósea difusa. Las metástasis osteolíticas, por su parte, aparecen menos densas que el hueso normal en las radiografías convencionales. Destruyen la totalidad del hueso o parte del mismo.
En cuanto al diagnóstico radiológico de metástasis óseas en la columna, el estudio de detección más adecuado hoy en día es la gammagrafía ósea con tecnecio 99m (gammagrafía ósea con radioisótopos). El tecnecio se administra con mayor frecuencia unido a metileno difosfonato. Aunque las gammagrafías óseas muestran un elevado grado de sensibilidad para detectar las metástasis, su grado de especificidad no es muy alto. En muchos casos es necesario un estudio de confirmación. La RM permite detectar las metástasis vertebrales incluso antes. En la infiltración neoplásica de la médula ósea se observa una disminución de la señal normalmente intensa de las vértebras en las imágenes potenciadas en T1, así como generalmente una señal intensa en las imágenes potenciadas en T2. Las metástasis vertebrales con frecuencia afectan a todo el cuerpo vertebral, incluyendo la porción posterior.
Haciendo referencia al diagnóstico final del caso, comentaremos las fracturas toracolumbares. La mayoría corresponden a lesiones por compresión, estallido o distracción, en ocasiones asociadas a luxación. La clasificación de las fracturas de esta región se basa en la triple división de la columna vertebral: columna anterior, columna media y columna posterior. Las fracturas de una columna son estables, mientras que las fracturas de las tres columnas son inestables. Las fracturas de dos columnas tienen un grado de estabilidad variable, dependiendo del tipo y gravedad de la lesión.
Además de la fractura-aplastamiento de L1, en el diagnóstico se hace referencia a una espondilosis lumbar leve. La espondilolisis es una patología muy controvertida de la columna que puede o no asociarse a traumatismos. Puede observarse en alrededor del 5% de los individuos asintomáticos. En las proyecciones oblicuas, los elementos posteriores dibujan la figura de un perro, en la que el proceso transverso representa la nariz; el pedículo, el ojo; la faceta articular inferior, la pata delantera; la faceta articular superior la oreja, y la pars interarticularis (porción de la lámina situada entre las facetas) equivale al cuello del perro. Si hay espondilolisis, la pars interarticularis, o el cuello del perro, tendrán un defecto o solución de continuidad. Entonces aparece como si el perro tuviera un collar.