DIAGNÓSTICO FINAL: Neumonía basal posterior derecha
Los datos semiológicos son sugestivos de patología pulmonar . La fiebre hace pensar en una posible neumonía. La técnica de elección es la radiografía simple de tórax por su accesibilidad, su sensibilidad, su bajo coste económico y la escasa dosis de radiaón recibida por el paciente. Siempre que se pueda deben realizarse dos proyecciones: posteroanterior (PA) y lateral (L).
Para un correcto análisis de la radiografía de torácica, es útil seguir un esquema ordenado para no pasar por alto ninguna alteración. Debemos contestar a las siguientes cuestiones en base a la imagen a estudiar:
- ¿Se observa el parénquima pulmonar bien aireado y bilateralidad simétrica?
- ¿Se ven nódulos o infiltraciones en el parénquima?
- ¿Son los senos costofrénicos y cardiofrénicos normales?
- ¿Tienen las vértebras dorsales inferiores menor densidad que las superiores?
- ¿Es la silueta cardiomediastínica normal?
- ¿Son los hilios normales y bilateralmente simétricos en tamaño y densidad?
- ¿Son el esqueleto y las partes blandas regionales normales?
Las cúpulas diafragmáticas deben ser visibles en una radiografía torácica normal porque la densidad del aire contenido contrasta con la densidad agua del diafragma. Si el aire del pulmón es sustituido por infiltrado purulento, como ocurre en las neumonías, el borde se observa borroso.
En la proyección lateral RX se dibuja bien la cúpula izquierda, pero la derecha no, lo que es sugestivo de la presencia de una consolidación en el lóbulo posterior basal derecho.
La técnica de elección tras una radiografía es la TC, ya que es rápida, sensible, disponible y permite una mayor resolución de imagen así como observar con detalle los pulmones, huesos y vasos sanguíneos y diagnosticar la patología con alta precisión. Empleando la ventana pulmonar, se puede contrastar más el parénquima para estudiar la patología en cuestión. Con la imagen obtenida podemos confirmar la presencia de una consolidación en lóbulo posterior derecho.
En caso de que el diagnóstico hubiese resultado evidente con la placa de tórax no tendríamos por qué realizar una segunda prueba complementaria para confirmar el mismo.
La neumonía es una infección pulmonar la cual puede ser causada por bacterias, virus u hongos que proliferan a nivel alveolar. Se debe sospechar ante un paciente febril con tos, taquipnea y estertores en la auscultación. Si hay afectación tanto del espacio como de la vía aérea se trataría de una bronconeumonía.
Para su diagnóstico, la primera prueba de elección será siempre la radiología simple de tórax. El principal hallazgo radiológico de la neumonía sería la presencia de infiltrado. También permite valorar complicaciones de la neumonía como podría ser la presencia de infiltrado alveolar. Mediante el estudio radiográfico se puede ver condensación lobar o segmentaria. No existen datos radiológicos que puedan confirmar con seguridad la etiología de la neumonía.
Si no queda claro el diagnóstico o se precisa más información para la contrastación de la gravedad del cuadro, se realizará un TAC, que es una prueba radiológica más sensible. Permite valorar la presencia de áreas de condensación alveolar, así como complicaciones tales como derrames pleurales y ganglios linfáticos agrandados. Los principales patrones radiológicos obtenidos mediante la TC son:
*Nódulos acinares: Tamaño pequeño. Representan áreas centrolobulillares de condensación peribronquial. Estos nódulos se ven mejores en estadios iniciales de la infección.
*Densidad en vidrio deslustrado: Se puede ver tanto en infecciones alveolares como intersticiales. Se trata de un pequeño aumento de la densidad pulmonar, pero que permite ver las estructuras vasculares subyacentes.
*Afectación de la vía aérea: Presencia de pequeños nódulos centrolobulillares asociados a imágenes tubulares de forma lineal o ramificada. Los bronquiolos están repletos de material infeccioso.
*Condensación alveolar: Aumento de la densidad pulmonar asociado a borramiento de las estructuras vasculares subyacentes y presencia de broncograma aéreo en su interior. Consolidaciones de origen infeccioso suelen estar provocadas por infecciones bacterianas.