Diagnóstico Final: Tromboembolismo Pulmonar Agudo.
Comentario
La Rx Es la prueba más accesible y rápida que se puede hacer. Nos dará además mucha información de potenciales alteraciones pulmonares y cardiovasculares. En condiciones normales, la proyección adecuada es la posteroanterior (PA) y sólo si es imposible que el paciente esté en bipedestación se optará por la anteroposterior (AP).
Se trata de un paciente con signos de hipertensión pulmonar con repercusión cardíaca. La posibilidad de una afectación arterial pulmonar hace que la técnica más indicada entre las presentadas sea la angioTC de arterias pulmonares.
Estamos ante un proceso patológico que ha ocurrido de forma brusca, de forma aguda. El curso agudo del émbolo se puede saber a partir de una angioTC de arterias pulmonares, en el que se observará que los múltiples émbolos presentes o bien son centrales a la luz del vaso (todavía no han tenido tiempo de adherirse al contactar con el endotelio) o si se encuentran en la periferia de la luz del vaso, el contacto con el endotelio será en ángulo agudo.
Los artículos comentan que con la técnica de Angio TC, lo que vamos a ver es una zona de intensidad diferente dentro de la luz del vaso pulmonar que va a ayudar a diferenciarnos que hay un material de una densidad diferente presente. Esta prueba de imagen, en concordancia con la clínica que presenta nuestro paciente nos permite al diagnóstico definitivo de tromboembolismo pulmonar.
La TC sin necesidad de contraste nos revela los suficientes hallazgos en la imagen, para el diagnóstico. Sin embargo, una angio TC nos va a permitir identificar las áreas con embolización de forma más rápida y efectiva.
La medición del diámetro de las arterias pulmonares, nos puede orientar si estamos ante un cuadro reciente o cronificado. Puesto que cuando se cronifica en el tiempo, veremos que estos vasos aumentan su diámetro, y nos llevan a un diagnóstico concomitante de hipertensión pulmonar.
A veces la sintomatología del paciente puede hacer que nos orientemos hacia un diagnóstico en el que la etiología esté relacionada con la ventilación del pulmón, y que incluso podamos pensar en diagnóstico como una neumonía ante un tromboembolismo que se instaura de forma crónica.
En uno de los estudios leídos nos indica que ante una situación de sospecha de TEP, la indicación de una TC va a darnos una especificidad por encima del 95%, y una sensibilidad en el rango de 74 a 92%. Por lo que es una técnica muy buena, para confirmar nuestra hipótesis, siempre que ésta esté bien planteada.
Uno de nuestros estudios que se centra en tumores, vemos que la localización más común de tromboembolismo pulmonar es en lóbulo inferior izquierdo y adyacentes(76.67%), seguido del lóbulo inferior derecho (63.33%), y de lóbulo superior derecho (38.33%). En este estudio determina que existe una incidencia de tromboembolismo pulmonar del 3.56% en pacientes que tienen cáncer, en el que se incrementa este porcentaje si el cáncer es en mama, pulmón o colo-rectal. Por otro lado, esta incidencia se encuentra por debajo del promedio en el caso de tumores de origen genitourinario.