Discusión
El cáncer de pulmón es una enfermedad relativamente moderna, ya que antes de 1900 se consideraba una rareza. Es a partir de entonces cuando adquiere mayor importancia, para establecerse a mediados del s. XX (y hasta ahora) como la causa más frecuente de fallecimiento por neoplasia maligna en varones y mujeres. Esta neoplasia es rara antes de los 40 años, y las cifras aumentan hasta los 80 años.
Entre los factores de riesgo destacan fundamentalmente el tabaco, luego también la predisposición genética y otros más raros como el asbesto, hidrocarburos aromáticos…
El gran problema del cáncer de pulmón es que cuando da la cara clínicamente ya suele estar en fase avanzada, por lo que solemos llegar tarde para tratarlo a tiempo para la curación. Entre la clínica destaca la tos, la hemoptisis, las sibilancias, el estridor, disnea, neumonitis postobstructiva…
La confirmación diagnóstica del cáncer de pulmón pasa siempre por la anatomía patológica, por lo que necesitamos tejidos, que podemos obtener de diferentes formas. La utilidad de cada método dependerá de varios factores, como la localización y tamaño de la muestra o los aspectos técnicos de la prueba (como la experiencia del profesional). En general, la broncoscopia diagnostica con mayor facilidad las lesiones centrales, mientras que la punción con aguja fina es mejor en lesiones periféricas
También disponemos de biopsia percutánea, biopsia de ganglios linfáticos o esputo. Esta última se trata de una técnica barata y no invasiva, pero que tiene menor índice diagnóstico que el resto, ya que tiene mayor variabilidad para obtener buenas muestras.
Al final, lo realmente importante en el cáncer de pulmón es la estadificación, que nos permitirá orientar al paciente a la alternativa terapéutica más adecuada
Los procedimientos utilizados para esta estadificación, además de anamnesis, exploración física, valoración del estado funcional del paciente y determinaciones analíticas básicas, son:
-TAC de tórax para delimitar la localización, el tamaño y la extensión local.
- PET-TAC, con lo que hacemos un mapeo de todo el organismo para identificar ganglios mediastínicos y metástasis extratorácicas.
-RMN cerebral para descartar metástasis.
Biopsia para la identificación del tipo de tumor. Después de la estadificación clínica, el patólogo es el que nos da la estadificación definitiva.