Estamos ante una consolidación alveolar de progresión rápida que afecta masivamente al parénquima pulmonar rodeada de una atenuación en vidrio deslustrado (signo del halo). Esta lesión se está viendo cada vez más relacionada con determinados hongos, entre ellos Aspergillus y Mucor, y también en algunos virus. Numerosos estudios han relacionado la presencia de una diabetes mal controlada aislada a la posibilidad de padecer infecciones fúngicas.
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO: MUCORMICOSIS PULMONAR.
DICUSIÓN RADIOLÓGICA:
La Mucormicosis es una infección oportunista causada por un grupo de hongos de la orden Mucorales. Afecta casi exclusivamente a huéspedes con inmunodepresión severa, a pesar de que algunos casos se han descrito en inmunocompetentes como es el caso que nos ocupa: una diabetes mal controlada, insuficiencia renal y acidosis metabólica son factores predisponentes.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes incluyen fiebre, tos, dolor torácico, disnea y hemoptisis. En raros casos su curso es asintomático.
Por otro lado, los hallazgos radiológicos no son específicos pudiéndose manifestar como nódulos únicos o múltiples, consolidaciones, cavitaciones o derrame pleural. No obstante, la aparición en la TC de tórax del “signo del halo” es altamente sugestivo de patógenos fúngicos oportunistas, aunque no patognomónico. La Aspergilosis pulmonar invasiva (API) y la mucormicosis presentan dicho patrón con lesiones prácticamente indistinguibles. Estos agentes se caracterizan por su capacidad de invadir los vasos pulmonares de pequeño o mediano calibre. Esto desencadena trombosis y causa infartos hemorrágicos. Por tanto, desde el punto de vista histológico, el nódulo central que se observa en la TC torácica se debe al área central de necrosis y a las hifas del hongo mientras que el halo corresponde a la necrosis hemorrágica. Se ha visto asociado también, aunque con menor frecuencia, a otros hongos como Candida albicans y virus como el herpes simple y CMV. Por tanto, y aunque ningún patrón radiológico se presenta como criterio diagnóstico definitivo, es importante mencionar que estas lesiones aparecen en estadios iniciales, por lo que, en el contexto clínico apropiado, puede utilizarse en el diagnóstico precoz de la API y mucormicosis aumentando la sospecha diagnóstica.
El diagnóstico se hace por aspirado bronquial o tejido obtenido por biopsia por broncoscopia o cirugía. El examen histológico del tejido de la biopsia es el estándar de oro para el diagnóstico, mostrando hifas y esporas anchas e irregulares.
En cuanto al tratamiento es fundamental realizar un diagnóstico precoz, compensar rápidamente los factores predisponentes, hacer desbridamiento quirúrgico del tejido infectado y comenzar la terapia antifúngica con anfotericina B liposomal.
En definitiva, la mucormicosis es una enfermedad poco frecuente en pacientes inmunocompetentes. La diabetes mal compensada, junto con patrones radiológicos sugestivos son factores a tener en cuenta en el contexto de una neumonía de progresión rápida que no responde a antibioterapia habitual.