Diagnóstico FINAL: Neumonía apical derecha
Conclusión
En la neumonía, los alvéolos, que deberían estar llenos de aire, se llenan de líquido o tejido inflamatorio, por lo que tras la anamnesis y exploración física del paciente si tenemos sospecha de esta enfermedad lo primero a realizar es una radiografía simple de tórax. En ella, si se presenta neumonía observaremos en la zona afectada del pulmón un color blanquecino, mientras que el espacio lleno de aire aparece de color oscuro. La presencia de este color blanco confirma el diagnóstico de la infección. En la placa simple realizada al paciente observamos de forma clara una condensación pulmonar en la zona apical del pulmón derecho.
En algunos casos, es necesario complementar la radiografía con un TC de tórax. Esta prueba de imagen informa sobre la localización de la neumonía, su extensión, las posibles complicaciones (presencia de líquido en el pulmón o derrame pleural; presencia de cavidades o cavernas), existencia de enfermedades pulmonares asociadas y otros posibles diagnósticos alternativos. También, nos ayuda a confirmar su evolución hacia la progresión o la curación. Tras la realización de TC de tórax al paciente observamos un claro infiltrado pulmonar localizado en la zona apical del pulmón derecho. Además podemos observar la clara existencia de broncograma aéreo que es un signo radiológico o imagen que indica la ocupación del espacio aéreo distal. Consiste en la visualización de las estructuras bronquiales aireadas, como líneas oscuras, en el interior de una consolidación pulmonar. Es un signo frecuente en los procesos neumónicos.
Con todo ello, podemos establecer el diagnóstico final para este paciente que consiste en una neumonía apical derecha.