DIAGNÓSTICO FINAL: Diverticulitis aguda complicada con absceso.
DISCUSIÓN
La presencia de divertículos se denomina diverticulosis y cuando se encuentran inflamados y/o infectados hablamos de diverticulitis. Los divertículos son una evaginaciones en forma de pequeñas bolsas que se forman en el revestimiento del sistema digestivo, normalmente se localizan en el colon, son frecuentes en edades avanzadas y no suelen causar problemas. Cuando una evaginación se inflama, causa dolor y sensibilidad en la región abdominal en la que se localicen, como ocurre con nuestro paciente. Si se la deja sin tratar, puede empeorar y causar un absceso, como ocurrió en este caso o una obstrucción intestinal. Otras complicaciones que podría ocasionar son: una ruptura del colon con formación de una fístula entre el colon y otra estructura adyacente como la vejiga o bien irritar vasos sanguíneos y ocasionar una hemorragia. La causa de la diverticulitis es desconocida pero se asocia a factores de riesgo como la obesidad, falta de ejercicio, fumar y tomar ciertos medicamentos como AINES.
El TC de abdomen y pelvis, es la técnica más sensible y específica para confirmar la existencia de abscesos, permitiendo su localización exacta y su extensión. En el TC se observa el absceso como una colección de líquido infectado, bien definida, contenido aéreo en su interior y en caso de realizarse un TC con contraste intravenoso, se observaría un realce periférico.
Una vez realizado el diagnóstico, se le realizó un drenaje del absceso. El drenaje percutáneo de los abscesos (DPA) es generalmente el tratamiento más seguro y efectivo, al presentar una menor morbilidad que el drenaje quirúrgico. La prueba de imagen más usada para guiar el DPA es la ecografía, que permite un control a tiempo real del trayecto del catéter gracias a que podemos mover la sonda convex, además de evitar la exposición a radiaciones ionizantes. Durante el proceso las asas intestinales interpuestas entre la aguja y el asa con la colección purulenta pueden dificultar el procedimiento, y la presencia de gas intestinal puede dificultar la visualización de estructuras en la ecografía. Para evitar la perforación de las vísceras durante la intervención, se puede presionar el abdomen con la sonda ecográfica para que las asas interpuestas se desplacen dejando una vía libre para introducir el catéter.
En primer lugar se administra un anestésico local para adormecer el área. El punto donde se va a realizar la punción se marca con una indentación en la piel con la punta de la aguja o con un rotulador. Tras ello se realiza una incisión en la piel con un bisturí y se introduce el catéter, atravesando la piel e introduciendo dentro del absceso para permitir el drenaje de la colección líquida. El catéter utilizado es el tipo “pigtail”.
Tras la realización del drenaje, se realizó un TC para descartar que se hubiera perforado el intestino durante el procedimiento. En este caso, no hubo perforación, por tanto el drenaje ecoguiado fue un éxito. Como se observa en la imagen siguiente: