DIAGNÓSTICO FINAL: hepatoblastoma
DISCUSIÓN:
El hepatoblastoma es el tumor de origen hepático de carácter maligno más frecuente en la edad pediátrica, concretamente en menores de 4 años. Es un cáncer muy poco común que puede deberse a factores genéticos mayormente, aunque también puede aparecer en pacientes con patologías hepáticas previas. Se suele dar con más frecuencia en varones y el tratamiento de elección es quirúrgico, aunque también puede administrar quimioterapia. En cuanto a las técnicas de imagen que se pueden efectuar, destacamos las explicadas a continuación.
Ecografía. Esta técnica de imagen, basada en la capacidad que tienen las ondas sonoras de reflejarse o rebotar al encontrar una barrera y de ser captadas por un receptor en forma de ecos es la de elección en este caso. Ante la presencia de un bulto palpable, en este caso de localización abdominal, esta prueba está totalmente indicada para poder observar dicha lesión lo más rápido posible y empezar a realizar un diagnóstico. Asimismo, es una técnica que carece de radiación ionizante, al contrario que la Tomografía Computarizada o la Radiografía, además de inocua, indolora, bien tolerada y rápida de realizar, siendo por tanto muy eficaz en pediatría. La ecografía nos otorga una amplia variedad de imágenes con características diferentes, que pueden ser anecoicas, hipoecoicas, hiperecoicas o isoecoicas, víendose el hepatoblastoma de carácter isoecoico, es decir, con la misma ecogenicidad del hígado.
Resonancia magnética. Esta técnica de imagen, la cual emplea un imán para conseguir un campo magnético con la suficiente fuerza para alinear los átomos de hidrógeno del cuerpo, y ondas de radiofrecuencia, es considerada la prueba de elección complementaria para este paciente. Esto se debe a que la RM, tanto de tipo T1 como T2, es capaz de realizar un estudio más detallado que la prueba anterior, produciendo imágenes de alta resolución del interior del cuerpo donde es posible ver el tumor hepático de este niño. El parámetro T1 mide el retorno longitudinal de los protones para su posterior alineación con el campo magnético externo, mientras que el T2 consiste en el tiempo que tarda la magnetización transversal en descender en un 63% de su fuerza máxima. Las imágenes obtenidas en cada tipo con diferentes, viendo la grasa blanca brillante o los líquidos negros en T1 y el agua libre de color blanco en T2. En el caso del niño con hepatoblastoma, se puede observar una lesión correspondiente al tumor mínimamente hipointensa en el hígado en T1 e isointensa en T2 con ciertos focos internos más hiperintensos. Adicionalmente, se puede complementar el estudio con una Resonancia Magnética con contraste para apreciar aún mas detalladamente el tumor, así como sus propiedades y particularidades. Cabe destacar que la Tomografía Computarizada es una prueba similar que se podría llevar a cabo en historias de este tipo, pero, a diferencia de la RM, posee radiaciones ionizantes, por lo que se suele emplear más esta última para evitar irradiar al niño.
Gaillard F. MRI sequences (overview) | Radiology Reference Article | Radiopaedia.org [Internet]. Radiopaedia.org. 2021 [Consultado 3 Marzo 2021]. Disponible en: https://radiopaedia.org/articles/mri-sequences-overview#nav_t1-weighted-sequences
Principal P, médica E, magnética R. Resonancia magnética: MedlinePlus enciclopedia médica [Internet]. Medlineplus.gov. 2021 [consultado 3 Marzo 2021]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003335.htm
Orphanet: Hepatoblastoma [Internet]. Orpha.net. 2021 [cited 4 de Marzo 2021]. Disponible en : https://www.orpha.net/consor/cgi-bin/OC_Exp.php?Lng=ES&Expert=449