DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: Émbolos de origen cardiaco que provocan microinfartos agudos en ambos hemisferios
DISCUSIÓN
En este caso clínico nos encontramos con un varón que consulta con hemiparesia derecha, que se define como la disminución de fuerza motora o parálisis facial que afecta a un lado del cuerpo. La hemiparesia suele estar provocada en su mayor parte por accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, o por trombosis venosa cerebral; por ello se elige la TC para poder descartar o confirmar cualquier lesión en el cerebro de manera rápida y precisa por si hubiera que intervenir inmediatamente para salvar la vida del paciente.
Como sabemos la tomografía computarizada es una técnica radiológica que usa rayos x para obtener múltiples imágenes del interior del organismo y es muy útil debido a sus múltiples ventajas tales como su capacidad para obtener imágenes de hueso, tejidos blandos y vasos al mismo tiempo. Es una prueba rápida y sencilla muy útil en casos de emergencia y que puede descartar diversos problemas y hacernos llegar a un diagnóstico evitando la necesidad de seguir haciendo pruebas complementarias. En este caso usamos la TC para buscar cualquier lesión que pueda justificar la hemiparesia derecha que presenta el paciente, la mayoría de estructuras están conservadas: la línea media está centrada, el patrón de surcos cerebrales es normal y simétrico, los ventrículos son simétricos y sin desplazamiento pero encontramos una pequeña hipodensidad en el hemisferio izquierdo.
Debido a que esa hipodensidad no hace que podamos llegar a una clara conclusión sobre el origen de la clínica presentada por el paciente, debemos recurrir a la resonancia magnética. Como sabemos, es una prueba radiológica en la que no usamos rayos X sino ondas electromagnéticas y podemos distinguirla de la TC fijándonos en la grasa y el hueso. El hueso lo vemos muy blanco en TC y oscuro en RM mientras que ocurre lo contrario con la grasa, que la vemos oscura en TC y blanca en RM. Por otro lado debemos distinguir entre T1 y T2, en este caso tenemos T2 y en el cerebro es más sencillo distinguirlo ya que si la sustancia gris se observa más clara que la blanca, sabremos que es T2 y en esta imagen además vemos el líquido suprimido. En la tercera imagen vemos un tipo especial de RM, se ha usado la técnica de difusión, la cual se basa en la detección in vivo del movimiento de las moléculas de agua.
Observando estas imágenes de resonancia magnética ya obtenemos una respuesta a la clínica presentada por el paciente, en la primera RM vemos varias zonas hiperintensas en el hemisferio izquierdo y un par en el hemisferio derecho, todas estas zonas se observan también en difusión de forma hiperintensa por lo que podemos deducir que son lesiones agudas ya que estas al tener baja difusión aumentan la señal detectada, mientras que las lesiones crónicas son hipointensas por su incrementada difusión.
Debido a las características presentadas por las lesiones en la RM difusión y la correlación clínica con la hemiparesia sufrida por el paciente, podemos llegar a la conclusión de que son infartos agudos. La falta de riego sanguíneo en estas zonas se debe a una alteración en la circulación cerebral que lleva a un déficit del funcionamiento de pequeñas zonas del encéfalo. En una enfermedad vascular oclusiva que provoca un infarto cerebral, podemos identificar el origen bien en una trombosis in situ o una embolia que procede de un foco distante, la causa principal suele ser trombos murales cardíacos. Otro dato que nos puede ayudar a identificar el origen cardíaco es el hecho de tener lesiones en ambos hemisferios, lo que nos hace pensar que el origen no puede estar en un vaso cercano a la lesión sino que debe tener un origen común más lejano en el que un trombo se ha embolizado y ha ido viajando por los vasos sanguíneos hasta llegar a los más pequeños por los que no podía seguir su trayecto.
Como conclusión, después de realizar las pruebas pertinentes, en este caso la TC y la RM, podemos dar con un diagnóstico para el paciente de microinfartos agudos originados por un émbolo cardiaco, para seguir avanzando en este diagnóstico ya habría que investigar el origen de ese émbolo y si está relacionado con enfermedades cardiacas como fibrilación auricular o valvulopatías para poder tratar al paciente.