DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma ductal infiltrante en cuadrante superior izquierdo de la mama derecha.
DISCUSIÓN
Mamografía. Según los criterios de radiodiagnóstico, las pruebas de elección para el estudio de la mama varían dependiendo de las circunstancias. En los cribados masivos, se elige la mamografía debido a su sencillez; mientras que, cuando la paciente acude por una sospecha clínica previa, la ecografía sería de elección en pacientes menores de 30 años, embarazadas o lactantes, en caso contrario, se mantiene la mamografía. Como la paciente tiene 70 años y acude por una sospecha clínica previa (nódulo palpable de unos 3-4 cm en el cuadrante superior izquierdo de la mama derecha), lo adecuado es realizar una mamografía. Para realizar esta prueba correctamente, se han de tomar imágenes de ambas mamas en 2 planos distintos (frontal o cráneo-caudal y oblicuo medio-lateral), sumando un total de 4 radiografías. En estas, el pezón debe verse tangencial a la mama, para así descartar una posible superposición de este, simulando un nódulo. Según la cantidad de tejido fibroglandular observable en la mamografía, se clasifican las mamas desde el tipo a (mucho contenido graso y poco fibroso) hasta el tipo d(tejido fibroglandular casi en la totalidad).En la prueba encontramos unas mamas asimétricas de patrón tipo a (lipoideas), teniendo la mama derecha una masa hiperdensa palpable en LICINT (línea intercuadrática interna) que, si miramos ambos planos, tiene morfología un tanto irregular, límites mal definidos, con espículas que salen en todas direcciones, con microcalcificaciones finas lineales, ramificadas y pleomórficas (de alta sospecha de malignidad, según la clasificación BI-RADS) en el interior del nódulo y adyacentes, en un área aproximada (nódulo y microcalcificaciones) de T31.6mm x AP 41.5mm x CC34.7mm. También podemos ver los ganglios axilares de pequeño tamaño de manera bilateral, que a primera impresión no parecen ser metastásicos.
Ecografía, RM y BAG. Una vez realizada la mamografía, ante los signos de alta sospecha de malignidad, el paso siguiente siempre es la ecografía. Esta prueba no supone radiación ionizante para la paciente, y puede aportar información muy útil sobre la masa existente, además de encontrar alteraciones que en la mamografía han pasado desapercibidas. Tiene como inconveniente su dependencia de un profesional experimentado que realice bien la técnica y, en ocasiones, algunas lesiones como las microcalcificaciones pueden no apreciarse. En este caso la ecografía las características de malignidad de la lesión coinciden con las encontradas en la mamografía, siendo un nódulo palpable en LICINT de mama derecha, de morfología y bordes irregulares, con focos hiperecogénicos en su interior compatibles con microcalcificaciones (en este caso si pueden apreciarse en la eco) y halo hiperecogénico periférico, de tamaño aproximado de T 28mm x AP 15mm x CC 20mm. Además, nos confirma la benignidad de los ganglios axilares.
Siguiendo la clasificación internacional BI-RADS y con las características encontradas en ambas pruebas (nódulo irregular con contorno espiculado, de mayor densidad que el parénquima y con microcalcificaciones a su alrededor), nos encontraríamos ante una lesión altamente sugerente de malignidad o BI-RADS 5, con un VPP para cáncer superior al 70% (para no extender más la discusión, adjunto en la bibliografía el artículo de L. Aibar et al, que explica ampliamente la clasificación BI-RADS). Ante esta situación, el paso siguiente sería la confirmación histológica, guiada por ecografía, por medio de biopsia con aguja gruesa (BAG) o biopsia asistida por vacío (BAV); la PAAF queda relegada a lesiones BI-RADS 3. La resonancia magnética (RM) tiene mayor relevancia diagnóstica en otros casos, como son los cribados con antecedentes familiares o la aclaración de hallazgos no concluyentes en las dos primeras pruebas. En esta ocasión, su utilidad se ve limitada a la confirmación de las características ya conocidas, la ubicación de la lesión y el estudio de su evolución en el tiempo. Los resultados de la biopsia confirmarán el diagnóstico final de carcinoma ductal infiltrante, siendo esta la más frecuente de las patologías tumorales malignas de mama.