7. DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma ductal infiltrante en mama izquierda.
8. DISCUSIÓN.
Mamografía: La mamografía es una prueba de imagen que se utiliza habitualemente como Screening en mujeres a partir de los 50 años de edad o en pacientes que se encuentran masas palpables durante la autoexploración mamaria. Se trata de una prueba no invasiva en la que se emite radiación como si se tratase de una radiografía convencional. La mamografía nos puede ayudar a encontrar hallazgos en mujeres asintomáticas, pero no quiere decir que esos hallazgos sean siempre malignos. Entre los hallazgos más frecuentes que nos podemos encontrar en una mamografía, están los nódulos, que son lesiones con características específicas, que según su morfología y los márgenes, nos puede orientar hacia un tipo de patología benigna o maligna. Si el nódulo es redondeado u oval y presenta unos bordes bien definidos, probablemente estemos ante una patología benigna o una patología maligna en sus estadíos iniciales, donde aún no ha infiltrado el tejido subyacente; por el contrario, si estamos ante un nódulo hiperdenso, sin forma definida y con bordes irregulares, con certeza estaremos ante una patología maligna.
Además de los nódulos, nos podemos encontrar con otros hallazgos frecuentes como ganglios aumentados de tamaño que suelen ser benignos en mujeres jóvenes, microcalcificaciones, quistes y fibroadenomas. Para caracterizar la malignidad de los hallazgos encontrados durante la mamografía, existe una escala denominada Bi-Rads.
En esta prueba de imagen, podemos observar una sección oblicua mediolateral de mama. A simple vista, tanto el pezón como la superficie externa de la piel, no presentan ningún tipo de alteración. Si nos fijamos en el cuadrante superior externo de la mama, podemos observar un nódulo de densidad aumentada y de bordes irregulares o con forma estrellada, que, coloquialmente en mamografía, se le denomina nódulo espiculado. Este tipo de nódulos se caracterizan de malignidad, ya que, como lo he mencionado previamente, presenta una morfología irregular, con bordes que se proyectan desde el borde del nódulo hacia el resto de la glándula mamaria circundante. Por lo demás, no se aprecian otros hallazgos de importancia ni adenopatías.
Ecografía: La ecografía es otra prueba que emplea los ultrasonidos para emitir una imagen de más o menos profundidad sobre un determinado tejido de interés. No es invasiva y por el contrario de la mamografía, no emite radiación. Se utiliza con frecuencia después de un estudio mamográfico para visualizar más a fondo los hallazgos encontrados. En este caso, colocando la sonda justo sobre la piel donde se encuentra el nódulo espiculado, con el ecógrafo se observa una forma irregular, que se corresponde con un nódulo hipoecogénico que proyecta una sombra en varias direcciones, sin bordes definidos e irregulares. Descartamos otra lesión como un quiste o un fibroadenoma por que estos tendrían una morfología redondeada u oval, con bordes bien delimitados, hiperecóicos y su parte central sería anecóica, además darían una imagen con refuerzo acústico posterior. Con esta técnica, además de localizar y visualizar el nódulo espiculado, nos sirve como guía de imagen en una punción de BAG, que posteriormente nos confirmará el diagnóstico definitivo del tejido.