7. DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma Inflamatorio de mama
8. DISCUSIÓN:
En este caso clínico, la realización de una prueba de imagen se justifica, sobre todo, porque el aspecto de piel de naranja de la mama debe hacer sospechar de un posible carcinoma inflamatorio de seno, que es una enfermedad poco común y muy agresiva en la que las células cancerosas bloquean los vasos linfáticos en la piel del seno. Ese bloqueo linfático es el que produce los síntomas de hinchazón y enrojecimiento de la mama.
En la primera prueba radiológica (mamografía), es muy útil comparar la mama derecha con la contralateral sana. El hecho de que una mama sea mucho más densa que la otra, descarta que se trate de una mama normal con patrón tipo C, ya que en este caso ambas serían densas, y nos permite relacionarlo con un posible cáncer. Además, en la siguiente prueba (ecografía) podemos observar un nódulo hipoecogénico con bordes irregulares que indica una posible infiltración cancerosa. En este punto, es de vital importancia la realización de una biopsia (BAG) tanto de este nódulo, como de la mama derecha para poder establecer el diagnóstico definitivo.
Es muy fácil que este cuadro se confunda por la clínica con mastitis y se opte por tratamientos antibióticos que retrasarán el diagnóstico de cáncer, de ahí la importancia de realizar un buen diagnóstico diferencial. En este caso, los datos clínicos de la paciente nos permiten descartar tanto la mastitis, como el galactocele o el absceso, ya que estas 3 patologías se dan en mujeres que dan lactancia y, esta paciente es una mujer de 64 años que no da lactancia.
Por último, me gustaría comentar que este tipo de cáncer, a pesar de su baja incidencia, es sumamente agresivo. Sin embargo, si su tratamiento se realiza de forma agresiva, puede conseguir la curación del mismo. Para ello existen 4 líneas de actuación:
- Terapia neoadyuvante: la combinación de quimioterapia neoadyuvante y radioterapia mejora notablemente la supervivencia.
- Cirugía: no ha demostrado tener beneficios de forma individual pero sí mejora la supervivencia combinada con terapia prequirúrgica.
- Radioterapia: se realiza tras la quimioterapia y la intervención quirúrgica, teniendo éxito en el 70-80% de los casos.
- Tratamiento hormonal durante 5 años y Trastuzumab durante 1 año.