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Caso 08

     
 

Autor:

 

Maria Lujan Romero

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

6. DIAGNÓSTICO FINAL: ABSCESO PULMONAR CAVITADO

 

7. DISCUSIÓN

En base a la interpretación de las distintas imágenes obtenidas se determina el diagnóstico final como caverna pulmonar por absceso secundario a neumonía.

Un absceso pulmonar es un proceso de necrosis y cavitación del tejido pulmonar secundario a una infección microbiana.

Teniendo en cuenta su tiempo de duración, estos pueden clasificarse en agudos (menos de 4-6 semanas) o crónicos, y según su etiología en primarios y secundarios.

  • Los primarios, están causados mayoritariamente por aspiración y entre los agentes causantes destacan las bacterias anaerobias.
  • Los secundarios, se desarrollan en presencia de alguna patología pulmonar o sistémica subyacente. En el caso de la paciente en cuestión, el absceso formado es secundario a un proceso neumónico, además cabe destacar que se encontraba en situación de inmunosupresióndebido al proceso neoplásico en tratamiento.

En cuanto a la clínica que presentan estos pacientes, encontramos tos productiva con expectoración purulenta, dolor torácico, fiebre y hemoptisis. No obstante, existen ciertas diferencias en cuanto a la clínica dependiendo de si se trata de un absceso secundario causado por anaerobios o uno primario. Los primeros determinan un cuadro más crónico e indolente, con presencia de sudoración nocturna, fatiga, anemia y esputo fétido.

El diagnóstico diferencial debe hacerse teniendo n cuenta otras patologías que puedan formar lesiones pulmonares cavitadas, como tumores malignos, infarto pulmonar, vasculitis, quistes o ampollas pulmonares que contengan líquido.

El diagnóstico se establece teniendo en cuenta:

  • La clínica y situación del paciente. Siendo los síntomas clave tos productiva con expectoración purulenta, dolor torácico, fiebre y hemoptisis. En relación a la paciente en cuestión, a parte de presentar la mayoría de los síntomas citados, hay que tener en cuenta que se encuentra en tratamiento de un proceso neoplásico, por lo tanto se trata de una paciente inmunodeprimida.

 

  • Radiografía de tórax. Se trata del método de diagnóstico de elección. Permite la visualización del absceso como una cavidad de forma redondeada y pared gruesa, que muestra nivel hidroaéreo y posible consolidación circundante. En el caso de la paciente podemos ver en la proyección posteroanterior el absceso como una lesión cavitada situada en el pulmón izquierdo, y la proyección lateral nos permite ubicarlo como apical posteroinferior izquierdo.

 

  • Tomografía computarizada de tórax. Esta técnica permite determinar de manera más precoz la cavitación y proporciona mejor definición, por lo tanto es el método de elección a la hora de confirmar. Además, aporta más información acerca de la posible causa subyacente al absceso. En el caso de la paciente en cuestión, en el TC vemos una imagen cavitaria que comunica con el árbol bronquial y que presenta broncograma aéreo, lo que nos permite descartar que se trate de una neoplasia.

 

  • Estudio bacteriológico. El cultivo de esputo pierde relevancia en el caso de los abscesos primarios, ya que en la mayoría de las ocasiones se trata de infecciones polimicrobianas o causadas por organismos anaerobios de difícil cultivo. Por lo tanto, en estos casos se establece un tratamiento empírico. No obstante, este método diagnóstico cobra importancia en los abscesos secundarios debido a la necesidad de determinar el organismo oportunista que causa la infección en un sujeto inmunodeprimido o que no responde al tratamiento empírico.

  • Procedimientos diagnósticos invasivos. Se trata de técnicas como la aspiración transtraqueal, la broncoscopia con lavado broncoalveolar y la aspiración percutánea con aguja guiada por TC. Se realizan con el objetivo de obtener muestras de esputo para su cultivo en el caso de pacientes que presenten abscesos secundarios. A pesar de los riesgos que supone la puesta en práctica de este tipo de procedimientos (derrame del contenido del absceso en pulmón sano, neumotórax y fístula broncopleural), son muy importantes a la hora de detectar el microorganismo causante en sujetos inmunodeprimidos o en aquellos que no respondan al tratamiento empírico.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

Baron R, Baron M. Absceso pulmonar. En: Kasper DL, Hauser SL, Jameson JL, Fauci AS, Longo DL, Loscalzo J. Harrison principios de medicina interna. 19a ed. México: McGraw?Hill, 2016: 813-815.

2.

Correa S, Torales M, Perendones M, Valiño J, Dufrechou C. Absceso de pulmón: nuestra experiencia en un servicio de Clínica Médica. Arch. Med Int [Internet]. 2013 Mar [citado 2021 Mar 31] ; 35( 1 ): 9-14. Disponible en: http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-423X2013000100004&lng=es

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