Clásicamente la neumonía adquirida en la comunidad (NAC) del adulto se define como un cuadro de evolución aguda, caracterizado por compromiso del estado general, fiebre, escalofríos, tos, expectoración purulenta y dificultad respiratoria de magnitud variable; asociado en el examen físico a taquicardia, taquipnea, fiebre y signos focales en el examen pulmonar como matidez, disminución del murmullo vesicular o crepitaciones. En general, se estima que la prevalencia de neumonía en los servicios de atención ambulatoria (consultorios y servicios de urgencia) corresponde a 3-5% de las consultas respiratorias, siendo esta mayor en la población senescente con comorbilidad múltiple.
Sin embargo, el diagnóstico clínico de neumonía sin una radiografía de tórax carece de precisión, ya que esta permite diferenciar la neumonía de otras patologías, confirmando así el diagnóstico clínico, y establecer su localización, extensión y gravedad, además de detectar posibles complicaciones. Es por ello que, ante la clínica de nuestro paciente (fiebre, tos con expectoración purulenta sin hemoptisis y dolor en el pecho del lado derecho), es de obligada realización una placa de tóraxcomo primera prueba, no encontrando, en nuestro caso, hallazgos patológicos relevantes: Parénquima pulmonar bien aireado y simétrico, sin imágenes nodulares o infiltrados parenquimatosos aparentes, senos costofrénicos y cardiofrénicos normales, silueta cardiomediastínica normal, hilios normales y simétricos en tamaño con leve aumento de densidad en el izquierdo y esqueleto regional y partes blandas normales.
En estos casos en los que la Rx no es diagnóstica se puede recurrir a la exploración por TAC del tórax que, debido a su mayor sensibilidad, puede demostrar infiltrados ocultos que no se observan en la placa de tórax:
La TAC de nuestro paciente muestra un infiltrado alveolar en el lóbulo inferior derecho que se observa como una consolidación homogénea del espacio aéreo sustituido por exudado. Dicha homogeneidad se debe a la confluencia de imágenes acinares a consecuencia de la diseminación del exudado a través de los poros de Kohn y los canales de Lambert. Su límite no es nítido y queda determinado por una zona irregular de lesiones acinosas confluentes correspondientes al pulmón consolidado y el parénquima contiguo normal que contiene aire.
Debido a que la sustitución del aire tiene lugar en el parénquima pulmonar y no en los bronquios, en el seno de dicha opacidad pueden verse imágenes tubulares que corresponden a bronquios normalmente aireados que se evidencian por contraste con el parénquima consolidado, dando lugar al llamado broncograma aéreo (signo indicador de lesión intraparenquimatosa y especialmente alveolar). Sin embargo, en la opacidad pulmonar no es posible visualizar imágenes vasculares , ya que el pulmón que los rodea no tiene aire para contrastarlas.
El volumen pulmonar se encuentra conservado (ausencia de colapso pulmonar), por la ocupación que produce el exudado inflamatorio.