DIAGNÓSTICO FINAL: Adenocarcinoma de pulmón
DISCUSIÓN
Cuando nos encontramos con un paciente que acude por dolor torácico y hemoptisis, la primera prueba de imagen a realizar sería una radiografía simple. Esta se debe hacer en dos proyecciones, PA (postero-anterior) y lateral, y con el paciente en bipedestación. En el caso de que no se pudiera realizar en bipedestación, se hará una proyección anteroposterior con el paciente en decúbito supino.
Una vez estudiados los hallazgos en la radiografía simple de tórax, que, en este caso, se trata de un nódulo radiodenso en el lóbulo inferior derecho, procederíamos a la realización de pruebas complementarias. En este caso, la prueba de elección sería el TC simple. Además de ayudarnos a su detección, también pueden aportar información más específica acerca del tamaño, la forma y la posición de cualquier tumor en el pulmón, y su extensión o no a los ganglios linfáticos regionales, así como evaluar si existen metástasis a distancia. También podrían realizarse pruebas como la TC con contraste o el PET donde la captación podría ayudarnos al diagnóstico, si bien algunas lesiones benignas pueden captarlo, por lo que no se consideran específicos de malignidad. Finalmente, lo que nos confirmará la existencia de una neoplasia maligna y su posterior catalogación sería una biopsia del mismo.
Centrándonos en el diagnóstico del adenocarcinoma de pulmón por pruebas de imagen, es importante considerar las variantes del mismo. Actualmente el adenocarcinoma se clasifica en:
Lesiones preinvasivas
- Hiperplasia adenomatosa atípica. Lesión de opacidad en vidrio esmerilado que no suele exceder los 5mm de diámetro.
- Adenocarcinoma in situ. Lesión preferentemente de opacidad en vidrio esmerilado con un diámetro de hasta 3 cm. Esta opacidad se debe al crecimiento lepídico de estas lesiones, lo que significa que las células neoplásicas se adhieren o recubren las paredes alveolares, sin invadir el estroma pulmonar.
Adenocarcinoma mínimamente invasivo
Lesión de hasta 3 cm de diámetro, habitualmente de opacidad en vidrio esmerilado y con un componente invasivo sólido con un diámetro de hasta 5mm. La invasión sólo afecta al estroma pulmonar, sin comprometer vasos sanguíneos, linfáticos ni pleura; de haberla, el tumor pasa a ser invasivo.
Adenocarcinoma predominantemente lepídico
Se sugiere esta denominación para lesiones mayores de 3.0 cm de diámetro y que no obstante pueden corresponder a adenocarcinoma in situ o bien al mínimamente invasivo.
Adenocarcinoma invasivo
Comparte las características del adenocarcinoma mínimamente invasivo, añadiéndose la invasión de vasos sanguíneos, linfáticos y pleura.
A menudo, es imposible distinguir radiográficamente entre los distintos tipos histológicos de cáncer de pulmón. Histológicamente, la atenuación en vidrio esmerilado corresponde a un patrón de crecimiento lepídico y el componente sólido corresponde a patrones invasivos.
Por tanto, la categoría preinvasiva de adenocarcinoma in situ, el adenocarcinoma mínimamente invasivo y el subtipo invasivo de adenocarcinoma con predominio lepídico se ven a menudo como un nódulo en vidrio esmerilado o un nódulo subsólido con un componente predominante en vidrio esmerilado. Por otro lado, los subtipos invasivos restantes de adenocarcinoma mayoritariamente se manifiestan como un nódulo sólido, aunque pueden ser subsólidos y solo ocasionalmente se ven como nódulos en vidrio deslustrado.