DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma epidermoide en LID con atelectasia y derrame pleural derecho masivo.
DISCUSIÓN
– Radiografía de tórax: Nuestro paciente viene a la puerta de urgencias por tos y disnea progresiva, la radiografía de tórax debe ser el estudio inicial que se realice a todo aquel paciente con sospecha de patología de tórax. Esto es debido a la disponibilidad, facilidad y rapidez que ofrecen las imágenes de rayos X y, además, utilizan una dosis muy pequeña de radiación ionizante, respecto a la radiación que conlleva la realización de un TC. La radiación no se elimina del cuerpo sino que es acumulativa, Europa quiere establecer una cartilla radiológica por ley.
Las radiografías de tórax proporcionan un perfil definido del corazón y de los grandes vasos sanguíneos, lo que permite, por lo general, detectar un trastorno grave en los pulmones, en los espacios adyacentes y en la pared torácica, incluyendo las costillas. No obstante, esta prueba no suele ser suficiente para obtener la información necesaria para confirmar la causa exacta de la alteración, si bien puede ayudar a determinar el requerimiento de la realización de más pruebas complementarias.
En la placa de tórax realizada a nuestro paciente podemos observar en la visión posteroanterior una gran opacidad en hemitórax derecho, pero no podemos saber con seguridad a qué es debida, tenemos que hacer un diagnóstico diferencial pues puede corresponderse a varias patologías. No se evidencia desplazamiento mediastínico lo que nos indica que puede haber una posible atelectasia en hemitórax derecho que impida el desplazamiento que, en principio, produciría el derrame pleural, en caso de tenerlo. También se aprecia un botón aórtico marcado. En la visión lateral, no se ve el hemidiafragma derecho, lo que también nos indica patología torácica. Todo esto nos lleva a tener que realizar otra prueba que nos ofrezca más información.
Felson dijo que si en una Rx de tórax se aprecia derrame pleural con componente atelectásico hay que pensar primeramente en proceso neoplásico pulmonar subyacente con componente atelectásico distal y derrame pleural acompañante.
– TC con contraste: Esta prueba diagnóstica nos proporciona más detalles que una radiografía simple, particularmente en el caso de los tejidos blandos y los vasos sanguíneos, pues permite conseguir imágenes tridimensionales (imagen inferior izquierda) y transversales. De esta manera, se pueden estudiar las imágenes desde múltiples planos. Además, puede inyectarse en la circulación sanguínea una sustancia detectable mediante radiografías (contraste) que nos permite visualizar posibles taponamientos en el interior del tórax.
En el corte coronal vemos una estenosis en el bronquio lobar inferior derecho asociada a una gran masa. Esto se debe a una hiperplasia de las células bronquiales que ha derivado en una gran masa que ocupa gran parte del parénquima pulmonar. Dicha hiperplasia estenosa el bronquio lobar inferior derecho, por lo que el aire no puede avanzar, por tanto, los alveolos dependientes de ese bronquio no pueden ventilar y colapsan (atelectasia). Mientras que la región pulmonar ventilada a través del bronquio lobar superior derecho, sí que la vemos ventilada.
En el corte axial podemos observar una región hipodensa (derrame pleural) que rodea una masa más hiperdensa (masa tumoral que produce atelectasia del parénquima pulmonar). Al administrar contraste lo que queremos ver es el taponamiento que produce la masa tumoral en el bronquio lobar inferior derecho.
Como he dicho anteriormente, el TC permite realizar imágenes tridimensionales, pudiendo realizar broncoscopias virtuales como la que aparece en la imagen inferior izquierda. En ella, podemos observar, como el bronquio lobar inferior derecho está estenosado (no podemos seguir avanzando por él) mientras que el bronquio lobar superior derecho no presenta ninguna patología.