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Caso 04 |
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Autor: |
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Jesus de Nazaret Jimenez Garcia |
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DIAGNÓSTICO FINAL |
DIAGNÓSTICO FINAL: Teratoma ovárico maduro (quiste dermoide).
DISCUSIÓN.
Los teratomas son tumores germinales que provienen de dos o más capas germinales como lo son el ectodermo, el mesodermo y el endodermo. Estos tumores pueden ser inmaduros (si contienen células y estructuras embrionarias) y maduros (constituidos por tejidos bien diferenciados). La localización de estos en las gónadas supone un 29% de todos los casos, dándose el 57% de todos los casos en la región sacrococcígea. Además, cabe destacar que son los tumores germinales ováricos más frecuentes y que afectan, sobre todo, a pacientes jóvenes.
En el caso el caso clínico presentado la paciente presentaba una clínica de dolor abdominal y problemas digestivos. No obstante, estos signos y síntomas tan solo aparecen en algunos pacientes, siendo la norma que el tumor evolucione de manera asintomática en la mayoría de las ocasiones. Tras el estudio con pruebas de imagen (ecografía y TC con contraste) se pudo llegar al diagnóstico de teratoma mas es el servicio de anatomía patológica quien, tras la anexectomía izquierda realizada, pudo dar con el diagnóstico de teratoma ovárico maduro (quiste dermoide). El hecho de clasificarlo como tumor dermoide hace referencia a la diferenciación del tumor hacia piel y anejos cutáneos. El aspecto macroscópico con el que se describe es el de un tumor quístico con superficies lisas de aspecto traslúcido. Al corte se podía ver una cavidad biloculada de paredes internas vascularizadas lisas. En la pared también se pudo identificar material pilosebáceo.
En el caso clínico a estudio con la ecografía se ven lesiones de bordes irregulares, lobulados, predominantemente quística, con septos ecogénicosé en su interior y áreas sólidas. El empezar el estudio con el uso del ecógrafo es de gran utilidad pues si bien es cierto que la especificidad de este no es diagnóstica sí que se pueden reconocer estructuras que nos hagan sospechar de la presencia de un teratoma. Además, la ecografía, al fin y al cabo, es una prueba no invasiva, de bajo coste y de rápida realización (aunque requiere de personal cualificado y entrenado para llevarla a cabo) lo que nos permite establecer una buena sospecha. Antes estos hallazgos es conveniente completar el estudio tanto por parte de los clínicos (en este caso por parte del servicio de ginecología) y con otras pruebas de imagen.
Por todo lo anterior se realiza una TC de abdomen con contraste. En este se vuelve a visualizar una lesión quística que se extiende desde el mesogastrio hasta la región anexial donde establece contacto con el ovario derecho. Los márgenes de la lesión son bien definidos y posee en su interior líquido homogéneo de baja densidad. Además, en el interior también contenía tabiques internos y calcificaciones distróficas. Por el tamaño del mismo (aproximadamente 16 x 9 x 17 cm; TxAPxL) producía un leve efecto de masa sobre el colon ascendente y asas del ileon. Con esta prueba sí que se puede establecer una sospecha diagnóstica de teratoma maduro quístico. Esto es debido a que la tomografía computarizada sí que es capaz de diferenciar de manera certera entre la densidad grasa y las calcificaciones que se pueden encontrar en el interior del quiste.
El manejo de estas entidades es quirúrgico, y así fue como se procedió con la paciente del caso presentado. Para terminar, el diagnóstico diferencial se debe realizar teniendo en cuenta, principalmente, las siguientes entidades:
- Quiste ovárico hemorrágico: se trata, como su nombre indica, de un quiste en el ovario (de origen lúteo o funcional) que sangra. La principal diferencia de este con el teratoma maduro es la presencia de tabiques en el tumor.
- Cistoadenocarcinoma: la principal diferencia radica en la ausencia de grasa y la presentación de este, frecuentemente, en una población más mayor.
- Lipoleiomioma pedunculado de útero: tumor de las células lisas del útero. Lo que permite diferenciarlo del teratoma es que, como su nombre indica, este está unido al útero.
- Teratoma inmaduro: este, por medio de técnicas de imagen, puede diferenciarse principalmente en su mayor tamaño. Clínicamente se diferencia en que este tiene mayor capacidad de malignizar y de producir metástasis (también visibles con técnicas de imagen).
- Endometrioma.
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