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Caso 06

     
 

Autor:

 

María Sánchez Escudero

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

  • Diagnóstico final
  • Urétero-litiasis obstructiva izquierda

     

    1. Discusión

    Ecografía abdominal: método incruento, rápido, portátil, repetible, relativamente barato y que no usa radiación ionizante ni material de contraste. Nos permite obtener información de las estructuras que quedan por encima de la obstrucción, y además podemos diagnosticar litiasis radiotransparentes no visibles en radiografía simple, o tumores que comprometan la micción. El uso del Doppler nos permite estudiar el índice de resistencia renal y la evaluación de los jets ureterales (presencia y simetría de los eyaculados de los dos uréteres). Esto nos permite detectar la obstrucción renal y podría predecir el paso de la litiasis. Puede sustituir la urografía intravenosa en pacientes con patología renal anterior, alérgicos y embarazo.

     

    Sin embargo, la ecografía pasa por alto el 20-30% de las obstrucciones agudas causadas por un cálculo ureteral. También pueden establecerse diagnósticos falsamente positivos de obstrucción en casos de pielonefritis, ectasias crónicas residuales, reflujo vesico-ureteral, dilatación residual después de aliviar la obstrucción o sobredistensión de la vejiga, sobre todo en mujeres. Además, disminuye la eficacia de la ecografía abdominal en el uréter medio y distal, siendo útil para valorar causas obstructivas en el uréter yuxtavesical con la vejiga REPLECCIONADA. Por ello, para valorar la presencia de cálculos es recomendable que la ecografía se complemente con la radiografía abdominal.

     

    Urografía inravenosa: ha sido durante mucho tiempo el método diagnóstico de elección para estudiar a pacientes con cólico renal. Está fácilmente al alcance de los hospitales, es fiable y barato. Los hallazgos en este cuadro son retraso en la aparición del contraste en el sistema pielocalicial, dilatación ureteral proximal en la zona de obstrucción y posible identificación de la causa. Como inconveniente encontramos las reacciones alérgicas por el contraste, que aun así han disminuido gracias a los contrastes de baja osmolaridad. Muchos centros siguen considerando la UIV como referencia, pero con la introducción de la ecografía Doppler con medición del índice de resistencia renal y la TC helicoidal sin contraste con reconstrucción tridimensional, la UIV tiende y tenderá a usarse cada vez menos.

     

    TC helicoidal sin contraste: diferentes estudios consideran a esta prueba una modalidad precisa para la evaluación del cólico renal, con sensibilidad de hasta 98% y una especificidad de hasta un 100%. Al no llevar contraste, se hace muy buena prueba para pacientes alérgicos o con insuficiencia renal previa. Permite visualizar pequeños cálculos, incluidos los radiotransparentes, y si la litiasis es muy pequeña y no se identifica, se aprecian signos indirectos tales como la dilatación ureteral y renal, trazos de líneas de grasa perirrenal, líquido perirrenal el signo del anillo en partes blandas (visualización de un círculo de tejido blando que envuelve al cálculo, que representa la pared edematosa del uréter). Es una técnica rápida, de 5 minutos, y se estima que no cuesta más que la UIV.

    En cuanto a sus desventajas destacamos que comparada con la UIV, la TC no evalúa la función renal del paciente y no en todos los centros disponemos de este servicio, sobre todo las 24 horas.