7. Diagnóstico final
Adenocarcinoma de páncreas
8. Discusión
La pancreatitis aguda es una enfermedad inflamatoria del páncreas cuyo diagnóstico clínico se establece en base a la presencia de al menos dos signos: dolor abdominal, localizado con mayor frecuencia en el epigastrio y de carácter punzante con radiación hacia la espalda, y niveles séricos de amilasa y lipasa tres veces superiores a los niveles normales.
Procesos inflamatorios como la pancreatitis aguda se deben en su mayoría (60-85%) a litiasis o a alcoholismo crónico y la ecografía constituye la técnica de imagen de elección para su evaluación inicial. Se trata de una técnica sensible, rápida, inocua y de bajo coste que presenta mayor sensibilidad respecto a la tomografía o a la resonancia en el diagnóstico de litiasis biliar. Se considera además, como una técnica fundamental para el estudio de procesos inflamatorios, valorando las posibles alteraciones del parénquima y orientándonos sobre su etiología.
En la ecografía, la pancreatitis aguda en general se manifiesta con un aumento difuso del tamaño del páncreas, con límites y contornos poco definidos y disminución de la ecogenicidad del órgano. Los pacientes que la padecen, presentan frecuentemente manifestaciones extrapancreáticas como: ascitis, engrosamiento del tracto digestivo adyacente (estómago, duodeno y colon) y engrosamiento de la pared de la vesícula biliar.
En la ecografía de este paciente se observa una lesión nodular de límites mal definidos, hipoecoica con tamaño aproximado de 3cm de diámetro, localizada en la cabeza del páncreas.
En los pacientes con pancreatitis aguda grave se recomienda, también, la realización de TC, la cual permite distinguir entre pancreatitis necróticas y no necróticas. Esta técnica es rápida, precisa y no invasiva con una función complementaria en la identificación y valoración de complicaciones locales.
En este paciente el TC se realizó con contraste yodado i.v. y contraste oral neutro, y la exploración realizada en fase portal. Se puede observar una masa heterogénea en la cabeza del páncreas con distensión de la vesícula biliar y dilatación de la vía biliar intra y extrahepática, bien como del conducto de Wirsung.
Lesión sospechosa de malignidad en base a sus signos radiológicos.