DIAGNÓSTICO FINAL: Invaginación íleo-cólica
La invaginación o intususcepción intestinal es la causa más frecuente de obstrucción intestinal en niños de entre 6 meses y 3 años, siendo más común en varones. Se produce cuando una parte del intestino se introduce dentro de otra. En la mayoría de los casos, la causa no se sabe, pero alrededor de 25%, se produce por la presencia de pólipos, divertículo de Meckel, tumores…
Es un problema grave que, si no se trata, puede causar la muerte del niño. Puede producir una obstrucción impidiendo el paso de los alimentos por el intestino o puede producir la interrupción del suministro de sangre, por lo que el segmento de intestino que se ha introducido puede morir.
El primer síntoma de una invaginación es dolor abdominal, por lo que el niño va a tener un llanto fuerte y súbito, además de que se lleve sus rodillas hacia el pecho por el fuerte dolor. El dolor es de tipo cólico, pero reaparece frecuentemente. Además de dolor abdominal, también presentan vómitos y, en etapas más avanzadas de la invaginación, fiebre, deposiciones con aspecto de mermelada de grosella, shock…
Para el diagnóstico de la patología, la primera prueba que realizamos es la ecografía, que nos ayuda a confirmarlo. También podríamos realizar una radiografía simple, pero esta no confirma la invaginación o un TAC, pero se utiliza menos debido a la radiación que podemos darle al niño.
Con respecto al tratamiento, lo primero que deberíamos hacer sería estabilizar al bebe. Le ponemos una sonda nasogástrica para alimentarlo y, además, se le coloca una vía intravenosa para administrarle líquido y prevenir la deshidratación. Después, nos centramos en la patología. Podemos tratarlo con un enema de aire o con cirugía.
- El enema de aire es una prueba donde se introduce aire en el recto del niño. La presión de aire suele empujar el segmento de intestino invaginado hacia su sitio. Si funciona, el niño debería de estar vigilado por que la invaginación puede recurrir dentro de las siguientes 24-48 horas.
- La cirugía se requiere cuando el niño presenta signos de perforación intestinal, el enema no ha funcionado o la invaginación vuelve a ocurrir. A parte de corregirlo, también nos sirve para buscar la causa del posible regreso de la invaginación.
Las posibles complicaciones que puede tener el niño si no se le trata son: infecciones intestinales, muerte de tejido intestinal, sangrado interno…