DIAGNÓSTICO FINAL: TROMBOSIS DE LA ARTERIA BASILAR CON ICTUS ISQUÉMICO DEL TRONCO ENCEFÁLICO
DISCUSIÓN:
La trombosis de la arteria basilar (TAB) es el termino que designa, como su propio nombre indica, la presencia de un trombo en la arteria basilar; lo cual desencadena unas consecuencias catastróficas a nivel neurológico. Solo un 20% de los pacientes reciben un buen pronóstico y, para ello, es necesario un diagnóstico temprano en el que debemos confirmar la oclusión y valorar la viabilidad del tejido afectado por la isquemia.
Hoy día, disponemos de técnicas de imagen que pueden sernos de ayuda. Entre ellas, destacamos el angio-TAC y la angio-RMN. Una vez diagnosticada la trombosis de la arteria basilar, es importante establecer el nivel de isquemia reversible o no del territorio dependiente de la misma, pues de esto dependerá el pronóstico. Para ello, contamos con la difusión (DWI) de RMN, que es una herramienta superior al resto en cuanto a la determinación del tejido cerebral recuperable y, por lo tanto, la herramienta de elección para esta tarea. No obstante, la RMN tiene una disponibilidad inferior al TAC. Las CTA-source images obtenidas a partir del angio-TAC nos permiten establecer también el volumen de tejido isquémico y el pronóstico mediante la escala PC-ASPECTS (rango del 1-10), la cual tienen gran aplicabilidad clínica.
A pesar de todo esto, los estudios confirman que la presencia de una arteria vertebral hiperdensa en TAC confirmada mediante una oclusión en angio-TAC cuenta con una especificidad del 71% y una sensibilidad del 98%. Es por ello que, la mayoría de los centros hospitalario realizan estas pruebas ante sospecha de TAB.
Por otro lado, existen técnicas como el eco-Doppler transcraneal que permita conocer el estado de la circulación vertebrobasilar y establecer el pronóstico tras el tratamiento trombolítico: la detección de flujo reverso en el punto distal a la oclusión se correlaciona con un mejor pronóstico. Asimismo, las técnicas de imagen pueden tener una aplicación terapéutica frente a TAB: la aplicación mantenida de ultrasonidos junto con la inyección de microburbujas de ecocontraste podría sumar efectividad al tratamiento.
En conclusión, las técnicas radiológicas y, por lo tanto, los radiólogos pueden formar parte de, tanto en el diagnóstico, como en el establecimiento del pronóstico y el tratamiento de la trombosis de la arteria basilar.