DIAGNÓSTICO FINAL: LINFOMA CEREBRAL PRIMARIO
DISCUSIÓN
Este tumor es un linfoma no Hodking agresivo, que se descubre por primera vez en el SNC sin evidencias de que se encuentre en otra localización cuando se realiza el diagnóstico. Lo catalogaríamos de linfoma cerebral secundario si fuera una extensión de un linfoma sistémico preexistente.
Los síntomas de este linfoma son neurológicos, entre ellos podemos destacar la focalidad neurológica, con debilitamiento muscular y temblores, cefaleas intensas con náuseas y vómitos, y también se pueden llegar a tener crisis epilépticas.
Ante estos síntomas, tras historiar y realizar un examen neurológico al paciente, debemos realizar una TC. Esta es la prueba de elección para el estudio de la anatomía y estructura cerebral, por lo que, ante la sospecha de cualquier afectación que provoque una lección neurológica, esta será la prueba que debemos realizar. Esta prueba se realizaría antes que la RM, dada su rapidez. Ante una situación aguda debemos decantarnos por la TC. La utilización de contraste durante esta prueba se utiliza para comprobar la vascularización ante la presencia de un loe, ya que nos puede guiar hacia el diagnóstico y a dar un pronóstico. El linfoma cerebral primario se caracteriza por presentar realce homogéneo con el contraste.
La RM sería la siguiente prueba de imagen que se realizaría, para poder hacer un diagnóstico diferencial con las características concretas del linfoma. Es característico que se vea hipointensa con respecto a la sustancia gris, o con una hiperintensidad T2 discreta (hipointensidad relativa), y que tenga difusión restringida.
La presencia de edema vasogénico circundante es muy frecuente en el linfoma cerebral primario, al igual que en el glioblastoma o en las metástasis, aunque en estos es mucho más prominente.