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Caso 12

     
 

Autor:

 

irenesaezmontoya2

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

RM T2-Supresion grasa
Biopsia percutánea guiada por TC.

 

DIAGNÓSTICO FINAL: Metástasis vertebral de melanoma cutáneo en L4.

DISCUSIÓN:

El melanoma metastásico es una enfermedad incurable, con una supervivencia media de 7-8 meses si se trata de metástasis únicas, y de 2 meses si se producen en tres o más localizaciones. La tasa de supervivencia es menor del 10% a los 5 años y del 2% a los 15 años.

No existen recomendaciones estándar sobre seguimiento y pruebas complementarias en pacientes diagnosticados de melanoma. En los pacientes con melanoma de bajo riesgo, algunos expertos proponen realizar radiografía de tórax y analítica básica con LDH36, mientras que otros consideran que no es preciso realizar pruebas complementarias, ya que la rentabilidad en la detección de metástasis es muy baja y el número de falsos positivos es alto (15%). Sin embargo, la mayoría coincide en la necesidad de realizar un TC toracoabdominal periódico en caso de melanoma de riesgo intermedio o alto.

En las visitas de seguimiento es vital realizar una historia clínica detallada y sistemática, con preguntas dirigidas hacia la detección de lesiones ocupantes de espacio. Debemos de explorar meticulosamente las adenomegalias y visceromegalias y prestar atención a cualquier nevo que haya aparecido de novo. En caso de sintomatología focal se deben realizar las exploraciones necesarias. Las revisiones deben efectuarse entre una y cuatro veces al año, según el grosor del tumor, durante al menos 3 años. A los pacientes con melanoma en estadio I se les puede dar de alta a los 3 años, mientras que al resto se les realiza seguimiento durante 2 o 3 años más cada 6 meses.

Nuestro paciente, diagnosticado de un melanoma de alto riesgo, actualmente acude a revisión cada tres meses y se le realiza un TC toracoabdominal. Esta prueba diagnóstica es más barata que la RMN y su realización requiere menos tiempo y es menos angustiante para el paciente. Tras la realización de la TC, que permite ver muy bien el hueso, vemos una lesión hipodensa en L4 que no se observaba en el control anterior, a finales de noviembre de 2021, por lo que su aparición ha sido rápida. Tenemos que sospechar de una metástasis del melanoma en la región lumbar, pues tienen una gran capacidad de diseminarse por vía hematógena.

A continuación debemos hacer una RMN, que nos permite caracterizar mejor la lesión y ver si hay compresión radicular. La RMN es una prueba diagnóstica sensible a las lesiones. Recordemos que en T2 se ven hiperintensos el líquido cefalorraquídeo, quistes, tumores y agua libre. En este paciente vemos una lesión hiperintensa en T2 a nivel de L4 con compresión radicular.

El siguiente paso es la toma de una biopsia que nos permitirá determinar con certeza si se trata de una metástasis de melanoma o de un tumor primario. Dado que la técnica ecográfica no permite ver el interior del hueso, el método de elección para puncionar una lesión ósea es la biopsia percutánea guiada por TC. Se realizó de la siguiente forma:

Primero, se le realizó una TC a paciente. Para irradiarlo lo mínimo posible, solo se obtiene un corte tomográfico a nivel de L4, añadiendo unos centímetros de margen superior e inferior. Esto permite medir:

  • La distancia entre la apófisis espinosa y la piel superficial al pedículo vertebral, lo que nos permite saber en qué punto exacto introducir la aguja para hacerla pasar por el pedículo.
  • Cuánto mide el eje oblicuo que pasa por el pedículo y que une el punto de la punción y la lesión vertebral para saber cuánto debemos introducir la aguja.

 

Mediciones previas a la realización de la biopsia percutánea guiada por TC.

La biopsia se realiza de forma estéril y anestesiando la piel. Medimos con una regla la distancia necesaria desde la apófisis espinosa para introducir un trocar. Introducimos una aguja con un agente anestésico intentando seguir el eje oblicuo que habíamos planeado al medir en el corte de TC.

Introducción de la aguja con agente anestésico en biopsia percutánea guiada por TC. Al introducir la aguja notamos que toca el hueso.

Cuando notamos que choca con el hueso, paramos y obtenemos otro corte tomográfico para comprobar que el ángulo de oblicuidad es el adecuado. Se para tantas veces como sea necesario para asegurarnos.

Luego, introducimos un trócar y volvemos a comprobar que el ángulo es el adecuado. Una vez estamos bien orientados seguimos introduciendo hasta alcanzar la lesión.

Introducción del trocar para la obtención de la biopsia de la lesión en L4 guiada por TC.

Por último, se introduce la aguja para la realización de la BAG utilizando la cánula.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

Iglesias-Pena N, Paradela S, Tejera-Vaquerizo A, Boada A, Fonseca E. Melanoma cutáneo en el anciano: revisión de un problema creciente. Actas Dermosifiliogr. 2019; 110: 434–447.

2.

Jorcano Picart S, Fernández-Ibiza J, Toscas Vigara I, de Juan García C, Conill Llobet C, Farrús Lucaya B. Diagnóstico y tratamiento de las metástasis vertebrales con compresión medular. Aten Primaria. 2004; 34 (2): 92-97.

3.

Casanova Seuma JM, Ribera Pibernat M. Melanoma. Aten Primaria. 2004; 33 (6): 335-46.

Finalizar