Nos encontramos ante un varón de 53 años con un bultoma no doloroso en la región inguinal izquierda.
Al tratarse de una lesión de partes blandas (sospechamos de un lipoma), el método diagnóstico de elección será la ecografía, al ser una prueba barata, rápida e inofensiva para el paciente. En primer lugar, realizamos una ecografía longitudinal y otra transversal en modo B, que nos van a aportar información sobre el tamaño, la composición, los márgenes y la morfología de la lesión. En este caso, vemos que se trata de una lesión isoecoeica, lo que propicia que sea complicado distinguirla del tejido muscular, puesto que ambos presentan una ecogenicidad similar. Además, el lipoma se encuentra tabicado en su interior, lo que puede hacer que lo confundamos con fibras musculares. En segundo lugar, la ecografía Doppler nos permite definir a esta lesión como avascular, puesto que, como vemos en la imagen, carece de irrigación.
En cuanto a las pruebas complementarias, la Resonancia Magnética resulta de gran utilidad, ya que permite diferenciar muy bien los distintos tipos de tejidos blandos y localizar la lesión en planos superficiales o profundos. Como podemos ver en las imágenes, se han empleado las fases T1 y T2 supresión grasa (sg), en las que se ha obtenido una lesión hiperintensa en T1 , lo que nos indica que podría tratarse de una lesión de estirpe grasa, hecho que se confirma al convertirse en una lesión hipointensa en T2 sg.
Asimismo, la RM es muy útil para diferenciarlo de un tumor maligno, como podría ser el lipoma atípico intramuscular . Si fuera este el caso, se habría observado una lesión mejor delimitada, de contornos lobulados, de intensidad predominantemente grasa, pero con focos sin adiposidad en su interior. Además, los componentes no lipomatosos aparecerían con mayor frecuencia como tabiques gruesos prominentes que podrían presentar nódulos en su interior, lo que nos puede ayudar a diferenciarlo del lipoma.
No obstante, el diagnóstico diferencial debe realizarse mediante una biopsia, en este caso guiada por ecografía. Así, un lipoma típico intramuscular se caracteriza porque el músculo está infiltrado por sábanas de adipocitos que causan dispersión y atrofia de las fibras musculares. Los adipocitos no presentan ni atipia nuclear ni variaciones de tamaño y no se observan lipoblastos ni células pleomórficas estromales. Además, muestra contornos infiltrantes. Por el contrario, el lipoma atípico es una lesión voluminosa, bien circunscrita, amarillenta constituida por adipocitos maduros con variación en su tamaño y, al menos, atipia nuclear focal en adipocitos y células estromales. Dentro de este encontramos cuatro subtipos que se diferencian histológicamente: tipo lipoma, esclerosante, inflamatorio y de células fusiformes, de los que no vamos a hablar al no ser objeto de este caso.
Santa-Olalla González M. Caracterización de los Tumores de Partes Blandas mediante Técnicas Ecográficas Avanzadas: Elastosonografía y Ecografía con Contraste. Universidad de Murcia; 2021.
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