DIAGNÓSTICO FINAL: Fibrosis pulmonar post-COVID-19.
DISCUSIÓN
La tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) es el método de imagen de elección en la evaluación y el diagnóstico de las EPI, ya que confirma la presencia de patología pulmonar y establece el correcto diagnóstico de las complicaciones asociadas. No obstante, el diagnóstico definitivo de estas enfermedades requiere la concordancia con las manifestaciones clínicas y la comprobación anatomopatológica. Las imágenes radiológicas obtenidas por la TCAR en este grupo de enfermedades son muy ilustrativas, fundamentalmente para evitar la realización de biopsias innecesarias. Por estas razones, debemos saber reconocer los patrones radiológicos básicos asociados a este grupo de enfermedades pulmonares: septal, reticular, nodular, en vidrio deslustrado, quístico y de condensación.
En la TC de tórax realizada se aprecia un patrón reticular de predominio subpleural bilateral, con afectación de todos los lóbulos pulmonares. Se asocia con bronquiectasia y se aprecian áreas focales de “panalización pulmonar” la más evidente en el lóbulo superior izquierdo. Se caracteriza por la presencia de una fina trama reticular que se extiende desde las estructuras peribroncovasculares del centro del lobulillo hasta los septos interlobulares, con una morfología en tela de araña.
En la radiografía simple de tórax se confirma ese patrón reticular (como una red) predominante en las bases pulmonares, líneas entrecruzadas, aspecto irregular que delimitan espacios irregulares. En este caso se trata de un patrón intersticial destructivo en panal porque hay bronquiectasias, perdida del volumen pulmonar y alternancia de líneas de grosor variable. Áreas de hiperclaridad de 3-10mm de diámetro con paredes ed 1-3 mm de grosor, agrupadas que asemejan un panal.