DIAGNÓSTICO FINAL:
Bronquiectasias con aspergiloma.
DISCUSIÓN:
La aspergilosis pulmonar es una infección fúngica causada, en su mayoría, por la inhalación de esporas de Aspergillus Fumigatus. En este tipo de infección podemos encontrar cuatro formas de manifestación: aspergiloma, aspergilosis broncopulmonar alérgica, aspergilosis semiinvasiva o necrotizante crónica y aspergilosis invasiva. La presentación más frecuente es el aspergiloma, el cual se desarrolla en una cavidad pulmonar preexistente secundaria a bronquiectasias, tuberculosis, sarcoidosis, quistes bronquiales, micetomas, espondilitis anquilosantes, tumoraciones o infarto pulmonar.
En este caso nos encontramos con un aspergiloma, el cual, desde un punto de vista histológico, es un conjunto de hifas, mucina, fibrina y células inflamatorias en el interior de una cavidad pulmonar. Se produce cuando hay un mal drenaje de la cavidad, de forma que va creciendo en el interior de la mismas. Además, esta presentación de aspergilosis no suele producir invasión del parénquima adyacente.
La presentación clínica más frecuente es la hemoptisis, aunque puede estar años sin dar la cara por no tener manifestaciones clínicas. Por ello, el diagnóstico suele hacerse de manera incidental en una radiografía de tórax por otro motivo o en el estudio de la hemoptisis. Además, mediante la TC de tórax vamos a obtener una mejor imagen que nos permita estudiar la afectación de los tejidos adyacentes, así como su evolución. Otra manera de confirmar su presencia es con el cultivo del esputo y con anticuerpos IgG en sangre positivos para Aspergillus.
Cuando hacemos el estudio radiológico de esta patología, podemos encontrar una radiografía de tórax normal, entonces debemos realizar un TC para la valoración. En este se apreciarían signos radiológicos característicos como consolidación, nódulos, el signo de halo o el signo del menisco semilunar. Lo más frecuente es que se presente en forma de consolidaciones. Cuando la radiografía es aparentemente normal, el TC nos es útil para ver las lesiones, además de ser de primera elección en la búsqueda de bronquiectasias. Por otro lado, en la radiografía de tórax podría observarse una masa intracavitaria, móvil, de predominio a lóbulos superiores con imagen de aire creciente en la periferia. Además, se moverá con el cambio de posición del paciente.
Concretamente, en nuestro paciente se ha realizado un seguimiento con TC. En la primera imagen, se observa como las bronquiectasias están ocupadas por el Aspergillus, dando lugar a un aspergiloma. Se localiza una consolidación alrededor de la cual visualizamos el signo del halo, una densidad en vidrio deslustrado que rodea al nódulo. Con el paso del tiempo y el tratamiento adecuado, la lesión evoluciona, desapareciendo la infección fúngica y quedando las bronquiectasias previas del paciente.
El tratamiento de esta patología sigue estando en discusión, pero se realiza con antibióticos antifúngicos como Voriconazol, Itraconazol o Posaconazol, los cuales han presentado cierta eficacia. Cuando hay indicación de prescribirlos es cuando existe invasión del tejido circundante o como coadyuvante posteriormente a resección quirúrgica. El tratamiento quirúrgico sería únicamente con fines curativos y cuando no quede ninguna otra alternativa, pues presenta una elevada mortalidad y morbilidad. Los candidatos a la misma serían aquellos que presenten hemoptisis severa con función pulmonar normal o que presenten inmunodeficiencias o sarcoidosis. En pacientes de alto riesgo con hemoptisis masivas, se realizan embolizaciones de las arterias bronquiales con microesferas. A pesar de que alivie los síntomas, dicha técnica puede provocar recidivas entorno a la cavidad.