La prueba complementaria de elección es el TC, puesto que, al tener una mayor resolución, ofrece más información sobre la densidad del hueso y la localización de las anomalías que la radiografía simple. Así mismo, nos permite observar con mayor claridad las características de la lesión: zona de transición, afectación cortical y reacción perióstica.

En este caso, como queremos observar una lesión ósea, utilizamos la ventana ósea donde se observa un fino neocórtex que nos dice que la lesión esta contenida dentro del hueso y que adelgaza la cortical. No se observa reacción perióstica.