En la TAC de la paciente se observan dos lesiones, ambas de pequeño tamaño (1,4×1,6 cm): una en la región frontal izquierda y otra en la región parietal derecha. Ambas tienen características similares en cuanto a densidad, pues son de color más claro que el parénquima que las rodea: son HIPERDENSAS, en ningún caso hipodensas.
En cuanto a sus márgenes, vemos que NO están bien definidos: no podríamos dibujarlas “a punta de lápiz”, sino que se confunden y se entremezclan ligeramente con el tejido cerebral adyacente. NO hay sangrado agudo: se vería blanco intenso y brillante.Todo esto hace pensar que nos encontramos ante CAVERNOMAS (cuyas características se explicarán más detalladamente en el último apartado).
Por si esto fuera poco, el resto de lesiones que se ofrecen como alternativas tienen un comportamiento radiológico distinto:
-Los ASTROCITOMAS normalmente presentan hipodensidad en TAC, aunque los de grado III-IV pueden tener una ligera hiperdensidad. Al igual que los cavernomas, sus límites son poco homogéneos pero porque son tumores muy agresivos y altamente infiltrantes.
Presentan zonas de necrosis en su interior, calcificadas, quísticas y edema circundante. En resumen, serían mucho más heterogéneos que la lesión que se detecta en el TAC de la paciente.
-Un HEMATOMA SUBDURAL AGUDO se vería hiperdenso en TAC. No obstante, su morfología es característica y no es para nada similar al TAC de nuestra paciente. Como el sangrado ocurre entre la duramadre y la aracnoides, estos hematomas tienen forma de “semiluna en cuarto creciente”. Además, se localizarían en la periferia del parénquima cerebral (no en el centro), en íntimo contacto con el hueso.
-El GLIOBLASTOMA MULTIFORME en TAC se aprecia como una masa tumoral de enorme tamaño generalmente hipodenso, produciendo distorsiones importantes de las estructuras adyacentes. Sus límites son predominantemente imprecisos (por su tendencia a infiltrar) aunque también los hay circunscritos. Además presentan abundantes zonas de necrosis y edema digitiforme peritumoral.