La prueba indicada en este caso sería la TC de tórax pues es la más sensible para evaluar placas pleurales, colecciones, loculaciones y masas sólidas, pero le añadimos el contraste IV siempre que sea posible para visualizar más claramente los vasos y posibles complicaciones en los mismos, además ayuda a hacer el diagnóstico diferencial; entre sólido, quiste, necrosis, absceso y empiemas. La ecocardiografía podría ser útil pero confirma mejor nuestra sospecha la TC, que permite apreciar el pericardio y la cavidad pericárdica en toda su extensión, además de las características de las colecciones pleurales. La RM sería el último recurso por su disponibilidad.
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