Las imágenes por TAC de los órganos internos, huesos, tejidos blandos o vasos sanguíneos, generalmente brindan mayores detalles que los exámenes convencionales de rayos X, particularmente en el caso de los tejidos blandos y los vasos sanguíneos.
Mediante el uso de equipo especializado y el conocimiento para realizar e interpretar las exploraciones por TAC del cuerpo, los radiólogos pueden diagnosticar afecciones con más facilidad, por ejemplo, cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas, así como trastornos musculoesqueléticos y traumatismos.
Esta prueba radiológica también tiene desventajas, destacando la gran cantidad de radiación que recibe el paciente (hay que tener en cuenta que la TC de tórax equivale a unas 400 radiografías), reacciones alérgicas al contraste yodado e incluso interpretaciones erróneas (al tratarse de una imagen tan detallada, anormalidades de poca importancia y sin síntomas correlacionales pueden confundir al médico).
Tras observar las imágenes de la TC, ¿qué diagnóstico final darías?