Se ha elegido este vaso porque es en la arteria carótida común distal donde los ecos distinguen mejor el complejo íntima-media, ya que el vaso suele formar un ángulo recto con el haz ultrasónico y permite una mejor medida del grosor íntima-media (GIM), cuyo valor normal suele encontrarse entre 0’7-0’8 mm. En nuestro paciente, esta medida se encontraba elevada hasta 1’2 mm, lo que supone un mayor riesgo de enfermedad coronaria, un aumento del riesgo de infarto de miocardio e ictus (la cual coincide con la clínica que presenta nuestro paciente).
Además, se observa en la parte distal del vaso una franja hiperecoica en el espesor de la pared de la arteria, que se trata de una placa de ateroma calcificada.
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