María Martínez Carrillo/ María Esperanza Guirao García
La tomografía axial computarizada (TAC) es el método de elección para profundizar en el estudio de las enfermedades torácicas. Su excelente detalle anatómico, su alta resolución por diferencia de densidades, su capacidad de realizar cortes milimétricos y, en la actualidad, la obtención de imágenes con reconstrucción 2D y 3D, permiten realizar informes muy precisos con alta sensibilidad y especifidad en varias patologías. Su mayor costo, mayor radiación diagnóstica y menor disponibilidad son desventajas relativas. El estudio puede ser solitado con contraste intravenoso o sin él para realzar las diferentes estructuras vasculares del mediastino o ver el comportamiento de diferentes procesos ante el contraste, y de esta manera examinar su vascularización. También se puede solicitar TAC con cortes de alta resolución para estudiar el parénquima pulmonar, por ejemplo, en las patologías intersticiales.
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Tras observar el TAC, ¿qué hallazgos patológicos se encuentran en él?